Deportes | Por Héctor Huerta Atuendo futbolero “Justicia, sabiduría y fortaleza custodian a esta leal ciudad”. Lema de Guadalajara en la Minerva. Por: EL INFORMADOR 24 de agosto de 2009 - 02:39 hs Una ciudad que soportó la terrible epidemia del cólera en el año de 1833, que costó muchas vidas; que se cimbró ese mismo año con la explosión de un parque de armas en Palacio de Gobierno, que dejó un gran número de víctimas civiles y militares; también nos puso a prueba aquel infausto 22 de abril de 1992, cuando la sociedad civil se movilizó en auxilio de los damnificados, heridos y muertos por el estallido del colector de Gante; en esta misma ciudad, el 24 de mayo de 1993 volvimos a impactarnos con el infame asesinado del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en el Aeropuerto Internacional, en un aparente fuego cruzado entre narcos. Y a pesar de los incidentes ocurridos en su historia, esta ciudad, nuestra Guadalajara, conserva su señorío y grandeza, reflejada en el lema que luce orgullosa su fuente Minerva, dando la bienvenida a los visitantes: “Justicia, Sabiduría y Fortaleza custodian a esta leal Ciudad”. Guadalajara es nuestro orgullo. Y son parte de su historia, tanto su título de ciudad como su escudo de armas. Dicen los relatos al respecto que en el Cabildo celebrado el 25 de enero de 1539 (sí, hace casi 500 años), “se nombró por procurador para ir a Castilla a Santiago de Aguirre y le dieron poder en forma” para que el rey Carlos V de Alemania y I de España le concediera a Guadalajara el título de ciudad y su respectivo escudo de armas, cosa que ocurrió el 8 de noviembre de 1539. Las cédulas que acreditaban lo anterior llegaron a Guadalajara el 10 de agosto de 1542. Una parte de la real cédula describía el escudo de armas de Guadalajara, “haya y tenga por sus armas conocidas, un escudo y dentro de él dos leones de su color puestos en salto, arrimadas las manos a un pino de oro realzado de verde, en campo azul, y por otra siete aspas coloradas y el campo de oro y por timbre un yelmo cerrado, y por divisa una bandera colorada con una cruz de Jerusalén de oro, puesta en vara de lanza con sus trascoes y dependencias y follajes de azul y oro”. La historia dice que dentro del escudo de la ciudad “el aspa simboliza el estandarte o guión del caudillo invicto en los combates”. Y la lanza “es, en heráldica, fortaleza con prudencia”. La orla se concedía como insignia de gran valentía. La cruz, aparte de su significado y recordatorio de sus obligaciones cristianas, “se concedía a los valientes y esforzados que sacaban sus armas teñidas en la sangre de sus enemigos”. El león “simboliza a un espíritu generosamente guerrero, adornado de las cualidades de vigilancia, dominio, soberanía, majestad y bravura”. El pino se usaba “como símbolo de perseverancia”. En los propios documentos de la ciudad de Guadalajara se establece que su escudo de armas “simboliza la nobleza y señorío de la ciudad; virtudes que la corona española reconoció en los trabajos y peligros que los vecinos de la ciudad habían pasado en la conquista y población de ella. Lo anterior en virtud de que antes que Guadalajara se estableciera de manera definitiva en el Valle de Atemajac (1542), estuvo asentada en tres lugares distintos Nochistlán (1532), Tonalá (1533) y Tlacotán (1535) y sus colonos habían enfrentado grandes carencias y riesgos, entre ellos los embates de los belicosos indios cazcanes, tecuexes y zacatecos”. La definición de los elementos que componen el escudo también se encuentran en la historia de nuestra ciudad: de los metales, “el oro, para hacer el bien a los pobres”; y de los colores, el azul “para servir a los gobernantes y fomentar la agricultura”; el sinople (verde) para luchar por mantener la libertad y la independencia, fomentar el comercio y auxiliar a los huérfanos” y el gules (rojo), “para socorrer a los oprimidos por cualquier causa”: de los otros elementos, la lanza es “para tener fortaleza con prudencia”; las orlas y las aspas para “premiar la valentía y el triunfo”; el león “es el símbolo del espíritu guerrero” y el pino “el símbolo de la perseverancia”. Hace 20 años, según decreto número 13661 del Gobierno del Estado de Jalisco, publicado en el Periódico Oficial del Estado el 7 de noviembre de 1989, se declara “como representativos y oficiales del Estado de Jalisco, el Escudo de Armas de la ciudad de Guadalajara y los colores azul y oro”. Es decir: el escudo de armas de la ciudad de Guadalajara lo es también del Estado de Jalisco. Esa historia de 470 años es lo que acaba de cambiar Jorge Vergara y los diseñadores de Reebok en el escudo de las Chivas. No cambiaron un símbolo propio del equipo de futbol (las rayas, los colores, la combinación en el uniforme, etcétera). Lo que cambiaron al poner completamente en color blanco los leones, el árbol y el yelmo del guerrero (la armadura para cubrir la cara) y al modificar la bandera colorada, fue el escudo real de la ciudad de Guadalajara y también el escudo del Estado de Jalisco. La promesa hecha a los socios con certificado de aportación, de agosto de 2002, en aquel famoso “Libro Rojo”, de que no cambiaría ninguno de los símbolos de las Chivas (colores, ESCUDO, ciudad donde se juega, línea nacionalista, etcétera) fue alterada ya en este uniforme. El Club Deportivo Guadalajara integró el escudo de armas de la ciudad al uniforme de su equipo en 1923, cuando José “El Tata” Espinosa, Ángel Bolumar, Antonio Villalvazo y Everardo Espinosa, crearon el escudo que hasta el torneo pasado todavía utilizaban las Chivas. Era una tradición de 86 años. Pero las más indignadas deberían de ser las autoridades de la ciudad y del Estado, que no pueden permitir que una empresa particular utilice alterado el escudo de armas que les concedió la corona española hace casi cinco siglos. Temas Atuendo futbolero Lee También Chivas: Lista de bajas que tendrá para juego ante Necaxa en la Jornada 2 Super Bowl 2023: Look completo de Rihanna durante su show de medio tiempo Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones