Abundan los percances en Cajititlán

Rubén Rovelo logró salir avante en un día complicado, para conquistar su primera victoria dentro de la Nascar México, que ayer celebró su cuarta fecha en el trióvalo “Bernardo Obregón Tamariz”.

Sin embargo, el triunfo para el joven piloto no fue del todo agradable, luego de que su compañero de equipo, el tapatío Antonio Pérez, sufrió un aparatoso accidente que incluso lo mandó al hospital, pero donde fue reportado como fuera de peligro.

La primera de dos visitas al inmueble de Cajititlán que el serial de autos stock tiene programadas, cumplió con las expectativas de los aficionados que llenaron las tribunas.

Aunque el favorito de muchos, como era el caso de “Toño” Pérez, tuvo un final de carrera nada agradable.
A la altura del giro 37, Pérez y Enrique Ferrer tuvieron un contacto, y ambos terminaron contra el muro, tocando la peor parte al piloto de Guadalajara, quien requirió que las asistencias abrieran la parte superior de su auto para poder liberarlo.

Los organizadores trasladaron a Pérez a un hospital para ser evaluado, y aunque los médicos lo decretaron fuera de peligro, decidieron dejarlo internado como medida precautoria.

Por cuestiones de tiempo, al hacer las labores de rescate y limpieza de pista, la competencia se recortó de 130 a 76 giros.

Carlos Pardo, alguien que ya también ha ganado en el trióvalo, lucía como el mejor perfilado para quedarse con la bandera a cuadros, hasta que Rovelo le dio alcance y lo rebasó sobre el final de la nueva distancia pactada.

“Estoy muy feliz, todo es el reflejo del gran trabajo del equipo”, afirmó Rovelo, “lamento mucho que Toño no haya podido terminar luego de su choque”.

La próxima fecha de la Nascar México se efectuará el uno de junio, en Zacatecas.