Viernes, 19 de Abril 2024
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Cultura

Dejan sin protección federal zona arqueológica de Guachimontones


Terminará el sexenio sin la declaratoria de Zona de Monumentos Arqueológicos por parte del Gobierno de la República
 

El Informador

Aunque Guachimontones es el lugar arqueológico más grande y que recibe una mayor cantidad de visitantes en el Estado, no cuenta con una declaratoria federal de Zona de Monumentos Arqueológicos; es decir, no tiene un plan de manejo específico para el lugar ni una poligonal que defina las características de las construcciones que se realicen.

El Presidente de la República es el responsable de expedir o revocar la declaratoria correspondiente, o en su caso el titular de la Secretaría de Cultura. Y la petición debe tramitarla el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de acuerdo con la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. Al respecto se buscó una entrevista con el titular de la delegación en Jalisco, Humberto Carrillo Ruvalcaba, y su equipo respondió que se encuentra de vacaciones fuera del país.

Marisol Montejano, investigadora del INAH en Jalisco, afirma que desconoce los motivos por los cuales no se ha emitido un decreto al respecto, pero asegura que la falta de declaratoria no trae aparejada su desprotección. Reconoce que si bien se trata de niveles de protección más estrictos, para la protección de los vestigios “basta su sola existencia”.

La directora del proyecto de investigación de Guachimontones, Verenice Heredia, menciona que desde su llegada al equipo, en 2012, existe un borrador para un plan de manejo del sitio, necesario para la declaratoria. Sin embargo, explica que es la Secretaría de Cultura del Estado quien ha realizado las gestiones ante INAH.

Heredia considera que si bien la declaratoria ayuda a que se reconozca de forma oficial la protección de Guachimontones, facilita gestiones y aumenta la proyección a nivel nacional e internacional. Aunque existe una problemática social, “porque se debe trazar una poligonal, y algunas tierras son propiedad privada. Es algo muy complejo, es gente que vive de sus tierras y no las quiere vender”.

En Jalisco, la única zona que tiene el nombramiento de Zona de Monumentos Arqueológicos es Ixtapa, ubicada en el Municipio de Puerto Vallarta. En la justificación del decreto se resalta que en el lugar se desarrolló la cultura Aztatlán, uno de los asentamientos prehispánicos de mayor importancia en la Entidad.

“En esta zona monumental existen ejemplos típicos de la construcción prehispánica de la costa, además cuenta con centros ceremoniales, juegos de pelota, vestigios de casas-habitación y un panteón para un sector de la población privilegiada”, se indica en la declaratoria del 8 de julio de 1994.

Marisol Montejano, investigadora del INAH en Jalisco, afirma que la falta de declaratoria no trae aparejada su desprotección. EL INFORMADOR/Archivo

Las primeras zonas arqueológicas con declaratoria en México

Nombre Estado Año de declaratoria
Teotihuacán Estado de México 1988
La Venta Tabasco 1988
Chichén-Itzá  Yucatán 1988
Bonampak Chiapas 1993
Paquimé Chihuahua 1993
Palenque Chiapas 1993
Tula Hidalgo 1993
La Organera-Xochipala Guerrero 1993
Acozac Ixtapaluca  Estado de México 1993
 Cholula   Puebla  1993
Mitla Oaxaca 1993
Monte Albán Oaxaca  1993
Tulum Quintana Roo 1993
La Quemada Zacatecas  1993
Xcaret Quintana Roo 1994
...    
Ixtapa Jalisco  1994

Fuente: INAH.

Estadística nacional de visitantes en 2017

Entidad Zona Total de visitantes
Estado de México Teotihuacán 4’185,017
Yucatán   Chichen-Itzá 2’677,858
Quintana Roo Tulum  2’207,446
Chiapas  Palenque  920,470
Quintana Roo  Cobá  702,749

Fuente: Portal del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica de Turismo.

Estadística de visitantes a las zonas arqueológicas de Jalisco

2018*
Guachimontones: 71 mil 996 visitantes.
Ixtépete: 15 mil 884  visitantes.

2017
Guachimontones: 148 mil 204 visitantes.
Ixtépete: 16 mil 44 visitantes.

* Del 1 de enero al 3 de octubre.  Fuente: INAH.

Lento proceso

La doctora Ericka Blanco, quien fue directora del Centro Interpretativo Phil Weigand,  de 2013 a mayo de 2017, recuerda que el proceso para obtener la declaratoria es lento. Explica que el INAH debe realizar una delimitación de un polígono de protección para que los municipios de alrededor sepan de su existencia.

“Sería el primer paso forzoso, para que se pueda pensar en estrategias específicas para el público y de investigación. En Guachimontones, sin embargo, para esta fecha recibe 150 mil visitantes al año y todavía no tenemos la apertura oficial del INAH”, comenta la académica de la Universidad de Guadalajara, quien da clases en gestión del patrimonio.

Recalca que estuvo involucrada en el proceso de que la zona fuera abierta al público de forma oficial. Tras redactar el proyecto, desconoce en qué quedó el proceso.  “La gestión ha sido lenta y complicada, aunque el Gobierno del Estado ha cobijado bien el sitio”.

Recuerda el caso de la construcción de un fraccionamiento en una zona cercana a Guachimontones, donde se destruyeron monumentos que forman parte del sitio. “Desde cinco años atrás avisamos que se estaba construyendo en un polígono o zonas en las que seguramente había vestigios arqueológicos.  Pero no teníamos la facultad del INAH, quienes finalmente permitieron la construcción en algunos polígonos”.

La delimitación que la Secretaría de Cultura de Jalisco maneja para Guachimontones es de 19 hectáreas, el sitio es mucho más extenso, aunque no todos son vestigios impresionantes. EL INFORMADOR/Archivo

TELÓN DE FONDO

Destruyen vestigios

Este medio publicó el pasado 22 de julio de 2017 que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) detectó la destrucción de vestigios pertenecientes a Guachimontones. Informaron vía Transparencia que tras una exploración en una zona afectada por construcción de calles, encontraron 18 elementos arquitectónicos, como conjuntos habitacionales, terrazas, alineamientos y posibles tumbas de tiro.

En ese entonces el jefe del Departamento de Trámites y Servicios Legales del Centro del INAH en Jalisco, Guillermo Olveda García, justificó que la empresa no tenía conocimiento de que en el sitio había monumentos arqueológicos, por lo que no hubo sanción para los desarrolladores.

El anterior alcalde de Teuchitlán, Armando Andrade, justificó que el INAH no les comunicó de lo encontrado en el fraccionamiento, por lo que no tuvieron la oportunidad de proteger el sitio arqueológico.

GUÍA

¿Qué dice la ley?

  • El decreto de Zona de Monumentos Arqueológicos  regula las construcciones, ampliaciones y en general cualquier obra, permanente o provisional, que se sujetará a lo dispuesto por los Artículos 42 y 43 de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
  • En el Artículo 42 de la legislación señala que en las zonas de monumentos y en el interior y exterior de éstos, todo anuncio, aviso o carteles, las cocheras, sitios de vehículos, expendios de gasolina o lubricantes, instalaciones de alumbrados, entre otros, se sujetarán a las disposiciones al respecto.
  • El artículo siguiente menciona que los institutos competentes autorizarán previamente la realización de obras.
  • En octubre de 2016, el Senado de la República pidió que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) emitiera planes de manejo y operación de las zonas arqueológicas. “El plan de manejo y operación es el documento técnico operativo que regula, para cada zona de monumentos arqueológicos abierta a la visita pública, las estrategias, proyectos y actividades de protección, preservación, investigación y difusión de las mismas”, justificó.

Alistan excavaciones focalizadas

La directora del proyecto de investigación de Guachimontones, Verenice Heredia, adelanta que para 2019 gestionarán recursos ante una instancia internacional para nuevas excavaciones en el sitio arqueológico.

Explica que no se trata de excavar en todo el sitio, sino en espacios importantes para la investigación. Por ejemplo, pretenden responder las interrogantes sobre las actividades diarias de los habitantes de la tradición Teuchitlán.

“No abriremos las grandes áreas con fines turísticos, solamente con fines científicos y de investigación”.

Para ello estudiarán las primeras casas que se construyeron por la gente común. Acentúa que  les interesa desentrañar la organización política, ya que todo apunta a que se trataba de un gobierno horizontal, donde no existían construcciones que mostraran una diferenciación marcada de clases sociales.

“Es un buen ejemplo para ver las distintas maneras en que se organizaron en el pasado y que puede contrastar con la zona maya, con grandes palacios que se erigían para los líderes”, menciona la investigadora.

Además, buscarán darle mantenimiento al sitio llamado Loma Alta, perteneciente a Guachimontones, donde hubo excavaciones a las que no se les ha dado mantenimiento.

Heredia agrega que actualmente realizan el análisis y cuantificación de materiales de las excavaciones realizadas por Phil Weigand, quien realizó las primeras extracciones en 1999.

Pese a que la delimitación que la Secretaría de Cultura de Jalisco maneja para Guachimontones es de 19 hectáreas, el sitio es mucho más extenso, aunque no todos son vestigios impresionantes.

“Es una poligonal que engloba algunos de los elementos más prominentes. En suma se han excavado aproximadamente cinco hectáreas y se han prospectado; es decir, se hizo un recorrido de todos los vestigios en 5.4 kilómetros cuadrados”.

La Secretaría de Cultura de Jalisco es la instancia encargada de la operación del Centro Interpretativo Phil Weigand, que abrió sus puertas al público en 2012. Sobre el asunto de la protección federal, el equipo de comunicación indica que es el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) el que tiene conocimiento de ese asunto.

    CLAVE

    En seis años, abren tres nuevas zonas

    Al inicio de su administración, Enrique Peña Nieto destacó que se contaban con 187 zonas arqueológicas abiertas al público. En su Sexto Informe de Gobierno mencionó que la cifra subió a 190 zonas arqueológicas abiertas al público.

    La misma influencia de la cultura Guachimontones en el occidente del país no es reconocida oficialmente y se le mantiene en el rango de tradición. EL INFORMADOR/Archivo

    LA VOZ DEL EXPERTO

    “Hay desinterés de la Federación”

    Ismael Nuño Arana (investigador del Centro Universitario de la Ciénega)

    El  investigador Ismael Nuño Arana opina que la Federación ha olvidado al sitio arqueológico Guachimontones y eso lo demuestra en la falta de protección a nivel administrativo.

    “No tienen ningún interés en que sea estudiado, salvaguardado. La delegación del INAH en Jalisco ha sido inoperante, han bloqueado un avance en la Zona Occidente”.

    Nuño Arana, quien trabajó como antropólogo en el laboratorio de la zona arqueológica de Guachimontones, dice que falta un mayor conocimiento del espacio, que es uno de los más importantes en México.

    Afirma que una declaratoria federal de Zona de Monumentos Arqueológicos en Guachimontones sería favorable para apoyar la investigación, atraer turismo y generar una derrama económica en la región.

    “Lo sorprendente es que está adentro de la denominación de Patrimonio de la Humanidad, pero no está inscrita como bien material, como una zona arqueológica…. no tiene completo ese proceso”.

    El académico considera que lo anterior obedece a un asunto de intereses particulares, ya que la zona fue trabajada por El Colegio de Michoacán y otras instituciones  de carácter internacional, por lo que existe un celo profesional.

    Aunque en Jalisco hay más de mil monumentos arqueológicos registrados ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia, recalca que éstos pueden ser cualquier vestigio, desde una piedra hasta una casa.

    “Una zona es un centro rector de una cultura. Desde el Centro siguen diciendo que fue una tradición, pero  la influencia de Guachimontones tiene influencia en todo el Occidente, aunque aún no lo reconocen como tal”.

    Recuerda que en la zona hay otros espacios arqueológicos de relevancia, como el Palacio de Ocomo, que actualmente está en fase de excavación y que no está abierto al público, solamente bajo petición. Y la declaratoria del “Paisaje Agavero y Antiguas Instalaciones Industriales de Tequila”, realizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), comprende una superficie de 34.658 hectáreas entre las estribaciones del volcán de Tequila y el valle del río Grande. El sitio comprende el paisaje configurado por los cultivos de agave azul y zonas de vestigios arqueológicos.

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