Noche de unas caprichosas proyecciones con I Musici de Montreal

GUADALAJARA, JALISCO (22/MAY/2012).- Los músicos no están en el escenario como ocurre en los conciertos de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ). Los integrantes de la agrupación canadiense I Musici de Montreal entran a escena con el aplauso de los asistentes, que casi llenaron el Teatro Degollado, foro ubicado en la calle Belén, esquina avenida Hidalgo.

El director no sale al escenario. Algo pasa... Una violinista sale a buscarlo, pausa que aprovecha uno de los músicos para jugar: pasa al frente, levanta la viola para fingir que es la batuta invitada, Richard Lee. Esta acción que fue aplaudida por el público y causó la risa de los asistentes.

Unos segundos después sale Lee. De inmediato comienza el concierto, que empezó con la pieza Andante cantabile, de Tchaikovsky.

La segunda obra del programa es Souvenir de Florencia, de Tchaikovsky.

Lee es distinto a los directores de la OFJ. Es más ligero, no lleva batuta, ya que sus manos son las que marcan el ritmo de las piezas. Sus movimientos son tan delicados, que parece no cansarse, pero sí, incluso hay sudor en el director que seca su frente con un pañuelo, entre un movimiento y otro.

La interpretación de Tchaikovsky gusta tanto al director que aplaude a sus músicos. Esos aplausos se confunden entre los gritos del público, que celebra a la agrupación canadiense, invitada a la edición número 15 del Festival Cultural de Mayo (FCM).

"Es muy poco frecuente recibir tanta hospitalidad. Si pudiéramos traer a los tapatíos en nuestras giras sería maravilloso", dijo unas de las violinistas en un español con acento francés.

Además, explicó que la pieza Cuadros para una exposición, del compositor ruso Modesto Mussorgsky, está inspirada en las pinturas del arquitecto ruso, Viktor Alexandrovich Hartmann, las cuales fueron destruidas en las revueltas de principios del siglo XX.

Así que la hija del fundador de la agrupación canadiense fue la encargada de reconstruir las imágenes del pintor y arquitecto ruso. Y como los cuadros no pudieron venir por su tamaño, se contrató al artista visual, Natasha Turovsky, para el diseño de las proyecciones, que anoche fueron caprichosas, ya que se apagó la pantalla, lo que provocó que la pieza comenzará de nuevo.

Así, el público pudo ver que los cuadros en la pantalla, que estaban ubicados como en una galería. Con cada uno de los movimientos de la obra se fueron proyectando en una pantalla, donde los detalles de la plástica cobraron vida.

Al final del concierto, el grupo y el director fueron aplaudidos de pie por los asistentes del Teatro Degollado.

EL INFORMADOR / MAYRA TORRES DE LA O