Domingo, 05 de Mayo 2024
Cultura | El director argentino estrenara dos obras en la ciudad

Hacer teatro para el barrio: Garzaniti

El director de teatro trabaja en dos montajes, uno para niños y otro para adultos, ambos se estrenarán a finales de marzo

Por: EL INFORMADOR

“No importa si vienen todos los vecinos, lo relevante es que la colonia se preocupe por el teatrito que está al lado Rafael Garzaniti  /

“No importa si vienen todos los vecinos, lo relevante es que la colonia se preocupe por el teatrito que está al lado Rafael Garzaniti /

GUADALAJARA, JALISCO (15/MAR/2012).- “¡El amor! ¡Te morís de amor! ¡El horror, el horror, te morís de horror! ¡No podés con el horror!” casi grita el director Rafael Garzaniti a sus actores. Su estilo es así: “sin el cuerpo en acción, no hay teatro”.  Y así lo demostrará en los montajes Caballeros andantes eran los de antes  y  Ruedo, palenque de sangre, que se estrenarán a finales de marzo en la ciudad, en el foro llamado Argentina 323 Teatro, ubicado en la colonia Americana.  

Garzaniti nació en Italia, en 1955, pero su voz ya dejó atrás esa patria. Él es argentino, y también un poco tapatío, ya que conoce la escena local mejor que muchos creadores de Guadalajara. El motivo es que vivió en la ciudad durante 10 años (1995—2005) y fue uno de los fundadores de la desaparecida Escuela de Teatro de Xalisco.   

Lleva más de un mes en la ciudad, pero no ha sido turista, sólo trabaja. El llamado para los actores del montaje Ruedo, palenque de sangre es a las dos de la tarde, pero ellos, los integrantes de su equipo, hacen trampa, llegan antes a la cita para poder charlar con Garzaniti. El tema no importa, lo relevante es escucharlo porque es un hombre con una gran cultura general, no sólo en la dramaturgia, sino en datos de la colonia Americana o de sus recuerdos de municipios como Ciudad Guzmán.

Llega agitado, pues olvidaron avisarle de la entrevista a tiempo. Aunque la culpa no es suya, se disculpa por los otros. Dice que estaba en un café, a unas calles del nuevo foro, aún en obras. El director comenta que se encontró a un amigo que va a exponer su obra plástica en el extranjero.

Considera que Guadalajara tiene su encanto porque su atmósfera es muy artística y aclara que no es un cumplido o sólo palabras, realmente lo cree. De ahí que regrese constantemente a la ciudad, donde tiene una compañía de teatro, La Nave de los locos.

Su pasada visita a la ciudad fue hace tres años, cuando presentó A la griega, un montaje inspirado en el clásico de Sófocles, Edipo Rey. Ahora, trabaja una puesta en escena que tratará, además del tema de la violencia, el relato de Electra: Ruedo, palenque de sangre.  

La búsqueda de la teatralidad


Los intereses de Garzaniti se notan en su trabajo actual, un montaje para adultos y otro para niños y adolescentes, este último basado en El Quijote. El texto elegido por el director es  Caballeros andantes eran los de antes, de  Mimí Harvey y Flavio Prado, quienes fueron alumnos del italiano.

El ensayo general de la obra será el 21 de marzo. Y el viernes 23 será el prestreno de Ruedo, palenque de sangre, del dramaturgo Sergio de Cecco.

Para Garzaniti hablar de teatro es contar su vida y develar su pasión. Dice que su trabajo no sólo le permite explorar varias disciplinas como la filosofía, sino mirar al mundo de manera distinta, ya que la búsqueda de la teatralidad ha sido un crecimiento místico.  

Sobre lo que se hace en la ciudad, explica: “Desde que llegué a Guadalajara –en 1995—,  el teatro en Jalisco siempre tuvo un movimiento más que nada en la ciudad, pero en el Estado había inquietud, me acuerdo de Ciudad Guzmán y Tepatitlán. En Guadalajara, en 1995, hubo un boom de la formación teatral y esto se nota. Primero en la creación de espacios teatrales  de las instituciones  como la Universidad de Guadalajara,  el Gobierno de Jalisco y el Ayuntamiento de Guadalajara;  y segundo en el crecimiento de los actores y directores, quienes hicieron más fuerza para darle un perfil de mucha transcendencia a la actividad teatral.”  

—¿Los creadores están en un proceso de búsqueda o en la consolidación de sus propuestas?   

— Hay un momento de búsqueda y de hallazgos porque tenés estilos marcados, profundizados, como los grupos Inverso Teatro, La Casa Suspendida, A la Deriva, El Baúl, no quiero olvidarme de nadie, así como lo fue El venero y la Compañía de Teatro de la Universidad de Guadalajara.  Hay otros que se me escapan. Creo que está vivo esto, la búsqueda que está tornándose en un salto cualitativo importante, ahora no me ha tocado ver mucho, no he podido por los ensayos que son de lunes a sábado y estamos con dos cursos.

—En la búsqueda hay riesgos, ¿los creadores locales pueden caer en intentar descubrir el hilo negro?

—No, creo que habido una madurez. No se está buscando el hilo negro, sino el perfil estilizado y estético del fenómeno teatral de los que yo conozco. Cuando era joven quería encontrar el hilo negro de Jerzy Grotowski y de Antonin Artaud. Entonces estábamos enloquecidos con esa búsqueda.

Considero que se está haciendo una síntesis entre el cuerpo, el autor y la palabra. Por supuesto que todavía hay vanguardismo y ciertos entusiasmos que tienen que ver con el peligro de caer en el hilo negro o de buscar el non plus ultra, y no encontrarte con tu verdadera esencia.

Y sinceramente, me parece que hay una madurez en los actores como Beto Ruiz. Su perfil ya está definido con indagación, madurez y con mucho atrevimiento.

—¿Qué se necesita para que los grupos no se repitan en sus trabajos o es válida la repetición?

—En todas las artes la repetición es una de las leyes, no la repetición de hacer lo mismo, me refiero a la repetición del lineamiento, de lo conceptual, de encontrar el episteme que me moviliza.

Entonces yo, epistemológicamente, encuentro una línea y trato de adaptarla a Guadalajara. No hago lo mismo con esta obra en La Plata, Rosario, Mendoza, Córdoba, sino que le doy una mirada que tiene con lo que aporta el equipo.

Creo que no hay una repetición oportunista, sino como indagación de una estética, esto es lo bueno. Y  por  otro lado, la sugerencia es que hay que seguir indagando sobre la actuación y los signos teatrales, desde la dirección, y ser auténtico con uno mismo.  Si Guadalajara acepta el underground, creo que puede generar unos de los mejores teatros de México y valorar esta riqueza que se da en los fenómenos artísticos, es decir apoyar a los trabajadores del teatro, porque si no se quiebra el proceso de trabajo del teatro. La búsqueda ahora es que la colonia empiece a participar. No importa si vienen todos los vecinos, lo relevante es que la colonia se preocupe por el teatrito que está ahí, al lado, el teatro de la bodeguita, donde te puedes tomar tu cafecito y cerveza, y en una de esas, alguna de las 10 obras que se hacen te gustan. Una de 10, pero tiene que entrar en la comunidad y eso responsabilidad  de nosotros porque no podemos ir a ver las obras sólo los teatristas o ir a las colonias como si fuéramos mensajeros de Dios a llevar el teatro. Está bien, pero hay que movilizar a la colonia, hacer teatro ahí.

—Los grupos eligen escribir sus obras y montarlas. ¿A qué atribuye esta iniciativa?

—En Argentina pasa lo mismo. Creo que hay una necesidad de decir otras cosa que no están en los autores clásicos ni en los clásicos modernos. Aunque a veces hay un exceso de autor,  un exceso de dramaturgismo inmediato, pero no obstante eso, se está en búsqueda por la necesidad de decir otras cosas.

Soy un director de teatro de autor, pero esto no invalida toda la otra búsqueda.

—¿Hay una mayor complejidad para montar los clásicos?

—Sí. Hay una perturbación tanto en el tiempo de investigación como en la indagación de la utilización de los signos teatrales o del modo de dirigir la actuación, que es más compleja con los clásicos o con los clásicos modernos como Arthur Miller, Ánton Chéjov, Tennessee William, David Mamet y otros nuevos que son de aquí de México como Jesús González Dávila, Cutberto López, Elena Garro. Son autores para explorar, pero algunos hacedores los llevan al museo.

—Dicen que el teatro es un reflejo de la sociedad, ¿puede sanar un pueblo?

—No sé si sanar, lo que sí es que podemos colaborar porque no sólo es informativo, sino que es emocional y sensible. Entonces sí puede acompañar y ayudar a crear conciencia.

—¿Como un terapeuta?

Sí como un terapeuta, pero del pueblo.

FRASE

"
Creo que hay una necesidad de decir otras cosa que no están en los autores clásicos ni en los clásicos modernos "

Rafael Garzaniti,

director de teatro.

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