Viernes, 10 de Octubre 2025
Cultura | Por: DAVID ‘’NEGRO’’ GUERRERO

Contemplaciones contra el tedio

La lucha diaria que se lleva a cabo en cada una de las 16 bibliotecas que forman parte de la Coordinación de Bibliotecas del Instituto de Cultura de Zapopan

Por: EL INFORMADOR

I
Ya he hablado en otros momentos sobre el trabajo tan interesante y de lucha diaria que se lleva a cabo en cada una de las 16 bibliotecas que forman parte de la Coordinación de Bibliotecas del Instituto de Cultura de Zapopan. He señalado la importancia de su labor cotidiana, anónima y ejemplar, que es posible gracias al trabajo comprometido de un pequeño pero tenaz grupo de bibliotecarias (aunque hay como tres o cuatro varones que se pueden sumar) que se encargan de darle vida a lo que son esos espacios dedicados no solo a la promoción y difusión de la lectura, sino de la cultura en general. Hasta la fecha, a muchos amigos les he comentado la admiración que ha provocado en mí el trabajo que se lleva a cabo, día a día, en cada una de las bibliotecas públicas zapopanas, que demuestran cómo las políticas culturales públicas alejadas del reflector y de ese tremendo vicio que se llama "eventitis" dan mejores resultados, y arrojarían muchísimos más logros si se les atendiera debidamente desde arriba, más allá de la oficina de la dirección general que bastante hace para tratar de mantener activas, en orden y bien atendidas a cada una de las bibliotecas que integran el conglomerado bibliotecario de Zapopan.

II
En ese trabajo diario destacan tres personas que nada tienen que ver con el trato cotidiano con los usuarios, pero que hacen posible que las necesidades de las bibliotecas sean atendidas: Gabriela Orozco, Eva Martínez y Víctor Alvarado. En el caso de las dos primeras, se trata de las personas que sufren día a día las quejas y urgencias de todas las bibliotecarias. Quién sabe cómo le hacen, pero soy testigo de que hacen circo, maroma y teatro para conseguir material didáctico, seguimiento administrativo, enlace con la Red Estatal de Bibliotecas y hasta un poco de psicólogas, con tal de que las encargadas de esos centros culturales puedan desarrollar su trabajo sin ningún contratiempo. En el caso del chaparrito, descarado y divertido Vitorio, es de destacar el empuje para subir, bajar, atender y reparar cada una de las necesidades del día a día que requieren las bibliotecas. Y aquí puede parecer que uno intenta quedar bien: pues sí. Sí intento quedar bien con ellos, pues no puedo dejar de reconocer de otra forma su admirable trabajo, callado, anónimo y diario.

III

Durante estos días mi admiración ha aumentado debido a que están en puerta los talleres que cada año preparan todas las bibliotecarias, a tono con las disposiciones generales que se marcan desde la Red Nacional de Bibliotecas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Desde allá se proponen las temáticas para abordar en el ciclo denominado "Mis vacaciones en la biblioteca", que consta de un grupo de talleres que son invadidos por niños y niñas ávidos de aprender y entretenerse durante el periodo vacacional. Este 2009 las líneas temáticas son dos: el Bicentenario y Centenario de la Independencia y Revolución mexicanas, respectivamente; y el Año Internacional de la Astronomía. A partir de ahí, en cada biblioteca se ha diseñado una serie de actividades que han atrapado la atención de los chiquillos, al grado de que ya muchas bibliotecas de Zapopan presentan sobrecupo, dado el interés generado. Ahí es en donde entran los tres personajes mencionados líneas arriba. Medio histéricos, apurados, haciendo gestiones (y gesticulaciones) aquí y acullá, Eva, Gaby y Víctor se encargan de que cada biblioteca pública de Zapopan cuente con el material necesario que dará vida a los diferentes talleres que se impartirán. "A toda máquina", "Y si Adelutra se fuera con otro", "Más allá de los cuernos de la luna" o "Cuando repican las campanas", son algunos de los títulos de los talleres que se estarán dando desde el 20 de julio y hasta el 14 de agosto.

IV

Mis respetos hacia el trabajo que hacen en las bibliotecas públicas de Zapopan. Luchonas, entregadas, comprometidas, las bibliotecarias zapopanas pueden sentirse orgullosas de su trabajo. La mejor satisfacción está en cada uno de los miles de usuarios que utilizan y gozan de los servicios que se ofrecen en cada biblioteca. Ojalá, ahora que vienen nuevos tiempos, los que deciden desde escritorios sepan el gran diamante que tienen.
Comentarios, quejas y preguntas para saber en dónde quedan las bibliotecas de Zapopan a: davidguerrero.lemus@gmail.com.

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