Buenas noticias. Dos vacunas contra el nuevo coronavirus producen una respuesta inmunitaria y son seguras. Se trata del biológico desarrollado en Reino Unido por la Universidad de Oxford en asociación con AstraZeneca, así como otro chino que recibió “luz verde” en el Ejército asiático.La vacuna británica (AZD1222) generó “una fuerte respuesta inmunitaria” en un ensayo con más de mil pacientes. “Queda mucho trabajo por hacer, pero los resultados son prometedores”, subrayó Sarah Gilbert, investigadora de la universidad. Hasta el primer ministro británico Boris Johnson elogió a los “brillantes y pioneros científicos de Oxford”.Por su parte, la vacuna china (Ad5-nCOV) fue desarrollada por Cansino Biologics. Provocó una fuerte reacción de anticuerpos en otro ensayo en la mayoría de los 500 participantes. Si bien aún no comienza con los ensayos clínicos a gran escala, recibió el aval para ser utilizada en el Ejército chino.Las dos están basadas en un adenavirus modificado que no se replica: las convierte en más seguras para pacientes más frágiles.Pese a los resultados de la Universidad de Oxford, Wall Street no quedó tan impresionado: las acciones de la compañía farmacéutica cayeron, ya que los inversores se preguntan si AstraZeneca podría igualar el progreso visto por Pfizer, BioNtech y Moderna.Al respecto, Hugo López Gatell, subsecretario de Salud del Gobierno federal, recordó que hay 11 vacunas en fase avanzada y 140 con otros grados de investigación.En México, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) impulsa investigaciones sobre el virus. En Jalisco hay seis, como el “Impacto de la pandemia en la salud mental de trabajadores en instituciones de salud”, que forma parte de un estudio en 25 países.En agosto se podrán conocer los primeros resultados del “Impacto de la pandemia del COVID-19 en la salud mental de los trabajadores de las instituciones de Jalisco”, adelanta Jaime Carmona Huerta, investigador del Departamento de Fisiología de la Universidad de Guadalajara y jefe del Departamento de Investigación del Instituto Jalisciense de Salud Mental (Salme).“Y la publicación en una revista indexada saldrá en noviembre. Es un trabajo grande que dará muchos productos… y dentro de un año todos los países terminarán el estudio”.Carmona explica que el proyecto a nivel mundial es dirigido por el chileno Rubén Alvarado, quien conformó una red para el trabajo multicéntrico porque se hace entre distintas sedes. El cuestionario de alrededor de 150 preguntas se realizó con ideas de muchos investigadores, por lo que hay representatividad de cada uno de los Continentes.“Dadas las condiciones, desarrollamos una encuesta virtual que busca responder a la pregunta de cómo están los trabajadores de la salud en la pandemia. Es un trabajo exploratorio porque como especie no habíamos estado expuestos en algo así”.Detalla que además del estrés normal por la situación, el personal de salud es el más expuesto, con sentimientos que cambian de forma constante.“Está dirigido a los doctores, a las doctoras, a los enfermeros y las enfermeras… y no sólo a los que tienen contacto con personal del COVID-19, sino los que tienen que ver con el trabajo sanitario”.Recuerda que las preguntas están relacionadas a los miedos, las preocupaciones y hasta qué tanto entrenamiento tiene el personal para tratar con pacientes contagiados. También buscan detectar los síntomas ansiosos y depresivos, evaluar riesgos suicidas, así como la selección de ciertas preguntas para evaluar el estrés agudo y postraumático, la resiliencia, el uso de sustancias y ciertas preguntas para evaluar los trastornos de angustia.Indica que la estimación fue que 700 personas contestaran el cuestionario, pero que ya van mil trabajadores, tanto del sector público como privado.Además, aunque la convocatoria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) está enfocada sólo en Jalisco, también trabajan datos nacionales en conjunto con otros investigadores.Según la convocatoria “Proyectos de Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación en Salud ante la contingencia por COVID-19”, el monto global de apoyo a los proyectos se definirá en función de la disponibilidad del “Programa de apoyos para actividades científicas, tecnológicas y de innovación”, del ejercicio fiscal 2020. Hasta el momento se han erogado mil 103 millones de pesos a través de esta partida, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).El monto máximo de apoyo por proyecto es de hasta cinco millones de pesos. Se podrá superar ese tope en casos excepcionales, y como efecto de la recomendación plenamente justificada de las instancias de evaluación.En otro rubro, el Conacyt identificó que en investigación para educación hay dos mil 050 proyectos en proceso de cierre técnico; es decir, cuando se han cumplido satisfactoriamente todas las etapas del proyecto, tanto técnicas como financieras, mientras los productos son entregados al sector.“Esta es una tarea heredada de administraciones anteriores, por lo que hay proyectos pendientes por finiquitar desde la convocatoria de 2009 a 2015”.El Fondo Sectorial de Investigación para la Educación tiene como principal objetivo apoyar proyectos de investigación científica básica que generen conocimiento y contribuyan a mejorar la calidad de la educación superior, y a la formación de científicos y académicos, divulgación científica, creación y fortalecimiento de grupos o cuerpos académicos.El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología cuenta con el Fondo Sectorial de Investigación en Salud y Seguridad Social, que el año pasado tuvo recursos por 189.3 millones de pesos (MDP) a favor de 135 proyectos. Esto representa un aumento a los 110.81 millones del ejercicio de 2018, que se destinó a favor de 57 propuestas.De acuerdo con el Conacyt, aunque en 2019 no se emitió convocatoria ni se destinaron recursos a la misma, se mantuvo el seguimiento a las solicitudes de otros años.Reporta que en el primer trimestre de 2020 tampoco se emitieron convocatorias, pero siguen con las actividades aprobadas por el Comité Técnico y de Administración del Fondo Sectorial y con el seguimiento de los proyectos apoyados. “El objetivo del fondo es financiar las acciones de investigación, desarrollo científico, tecnológico y de innovación, así como la infraestructura en materia de salud”.En el área de Transparencia Proactiva detallan los títulos de los 30 proyectos de este año, impulsados por 13 instituciones, a los cuales les destinaron 24.4 millones.Por ejemplo, el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ) trabaja en un proyecto de evaluación de análogos de la capsaicina para el tratamiento de la obesidad y el síndrome metabólico. El Instituto Nacional de Rehabilitación impulsa el uso de la terapia celular y nanocompuestos para el tratamiento de lesiones cutáneas. El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” encabeza una investigación sobre la incidencia, los factores de riesgo y el diagnóstico temprano del daño renal agudo en el periodo posterior al trasplante hepático. Mientras el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional analiza el potencial uso terapéutico de los cannabinoides en el control de la epilepsia resistente a fármacos.Además, el Conacyt informa de proyectos estratégicos en salud que conjuntan esfuerzos de investigación, desarrollo e innovación, para los cuales se aprobaron 124 millones: biosensor versátil de análisis de biomoléculas para diagnóstico clínico (una malla extensible cardiaca), vacunas contra salmonella, complejos metálicos novedosos de curcumina y curcuminoides en la batalla contra el cáncer, además de un medicamento gastrointestinal con base en activos de la hoja de guayaba.Desde el inicio de la contingencia sanitaria, el Conacyt anunció que pidió a sus 26 Centros Públicos de Investigación que aportaran la fuerza de sus capacidades, recursos e infraestructura en favor de las soluciones relacionadas a la pandemia.En su último informe de actividades destaca que el objetivo es establecer una red nacional de laboratorios para la detección de casos, estudios genómicos y de evolución del virus, entre otras funciones. Este proyecto estaría articulado con la Universidad Autónoma de México (UNAM), la Secretaría de Salud Federal y la Coordinación de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.Por otro lado, propone impulsar una Red Solidaria de Difusores de Información Científica sobre el tema, para que se compartan contenidos documentales, gráficos y audiovisuales de difusión científica rigurosa y comprobada.Para contener el fenómeno, la institución prepara una convocatoria dirigida a las y los investigadores y becarios vinculados con el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC).“Uno de los mayores desafíos ante la pandemia del COVID-19 ha sido la difusión viral de la información falsa, que provoca miedo entre la población o actuaciones erráticas basadas en mitos disfrazados de ciencia”, explica la institución.La Oficina Regional de Ciencias de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para América Latina y el Caribe, lanzó la campaña en redes sociales #NuestraCienciaResponde para difundir logros y avances en relación con el COVID-19. “Los países han desarrollado múltiples políticas para dar respuestas a los desafíos que planteó el avance de la pandemia. Parte importante de las mismas provienen de los sistemas científicos”, señala la Oficina Regional. Algunos ejemplos del listado son:1.- Proyecto Nacional de Investigación y Defensa para el COVID-19, con el objetivo de convocar a la comunidad científica y los sectores privado y social para presentar propuestas y colaborar juntos en la lucha contra la pandemia.2.- Convocatoria para unirse a la Red Solidaria de Difusores de Información Científica.3.- Llamada especial para estancias posdoctorales en medicina. El Conacyt emitirá una convocatoria de estadías posdoctorales nacionales dirigida a los médicos especialistas, con un nivel de doctorado académico, para que continúen con el proceso de capacitación y, al mismo tiempo, refuercen las capacidades científicas de los Institutos de Salud Pública y Alta Especialidad.1.- Campaña nacional para la producción solidaria de elementos de protección personal. Pretende coordinar y mejorar las iniciativas de los desarrolladores (fabricantes) e instituciones para que los centros de salud y otras instituciones en todo el país que lo requieran puedan acceder a los elementos de protección necesarios. 1.- La Agencia Brasileña de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas apoyará el desarrollo de soluciones tecnológicas por parte de startups y otras pequeñas y medianas empresas. Los fondos sumarán cuatro millones de la Compañía Brasileña de Investigación e Innovación Industrial y contribuciones de empresas participantes y centros de investigación e innovación acreditados. Se espera que los recursos conjuntos alcancen el total de 10 millones. El dinero puede usarse para el desarrollo de software, dispositivos del sistema, hardware, piezas y equipos médicos y otros.1.- Lanzaron un concurso para acelerar la implementación de soluciones tecnológicas y/o científicas en torno a la prevención del contagio del personal de salud que atiende a pacientes sospechosos o infectados. Este concurso tiene un fondo de 800 millones de pesos que se distribuirá entre las mejores soluciones para una rápida implementación para enfrentar esta pandemia. Será evaluado por un jurado experto en salud. También será apoyado con el desarrollo, prueba, implementación y escalamiento de iniciativas.Laboratorios universitarios se integraron en la red de diagnóstico del virus nacional ofreciendo su capacidad de análisis al servicio de los hospitales públicos del país. Hasta la fecha, 29 laboratorios de investigación han reconvertido su capacidad para diagnosticar coronavirus.ITESO CIATEJ Sigue: #DebateInformador y participa en Twitter en el debate del día @informador¿Qué opina del apoyo del Gobierno al sector médico?JL
