Viernes, 26 de Abril 2024
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Sergio Gallegos: héroe de mil rostros

Un doctor cuya labor es reconocida en México, principalmente por regalar sonrisas a los niños que padecen cáncer

Por: EL INFORMADOR

Sergio Gallegos Castorena se refugia en la ciencia, en las capacidades y conocimientos que ha desarrollado para combatir el cáncer. EL INFORMADOR / G. Gallo

Sergio Gallegos Castorena se refugia en la ciencia, en las capacidades y conocimientos que ha desarrollado para combatir el cáncer. EL INFORMADOR / G. Gallo

GUDALAJARA, JALISCO (15/ENE/2017).- Cómo hacer feliz a un niño de seis años que tiene cáncer? ¿Cómo reconfortar a los padres de familia que cada día acuden con el doctor con la ilusión de saber que sus hijos están ganando al cáncer?

Sergio Gallegos Castorena se refugia en la ciencia, en las capacidades y conocimientos que ha desarrollado para combatir el cáncer infantil, pero también pide ayuda a Batman, Iron Man, El Hombre Araña, a cualquier superhéroe que destaque por su valentía y fortaleza para hacerle saber a los niños del Hospital Civil “Juan I. Menchaca” que hay esperanza, que sí se puede luchar por la vida. Sergio Gallegos es médico oncólogo pediatra que no usa bata y aunque no tiene super poderes para muchos es uno de los máximos héroes de Guadalajara, de México y ¿por qué no? del mundo entero.

A su consultorio siempre llegan invitados especiales de esos que solo se ven en el cine, cómics y la televisión: un día llega Goku, a la siguiente mañana está SuperMan, Buzz Lightyear, El Capitán América. Todos los superhéroes son amigos de este doctor que, a sus 17 años, también enfrentó al cáncer y entendió que una sonrisa al despertar puede ser la diferencia para no desistir, para decirle al cáncer que no ganará.

“Cuando te involucras con un niño con cáncer y su familia sabes que está la posibilidad de que muera, eso me golpea. Los papás llegan y te dicen que ponen toda su confianza en tus manos, te dan una gran responsabilidad. Con mucho conocimiento científico, con todo mi corazón salgo adelante, caracterizarme de un superhéroe que todo lo puede me ayuda, asumo esa actitud”.

En muchas entrevistas Sergio Gallegos ha sido protagonista, pero más allá de regocijarse en los aplausos y felicitaciones, prefiere destacar la valentía de sus pacientes, de niños y adolescentes que junto a sus familias no tiran la toalla, en especial cuando “El Zorro enmascarado” sale del consultorio con su brillante capa negra y su espada a solicitar que sus guerreros pasen a consulta.

Los niños se emocionan, están felices con los coloridos trajes del doctor, pero también están padres, hermanas, tíos, abuelas, adultos de cualquier edad que se conmueven hasta las lágrimas de ver cómo, aunque sea por unos instantes, el cáncer no se refleja en los rostros maravillados de esos niños, de cómo saltan contentos porque ese día se sienten fabulosos porque han conocido a otro superhéroe.

“Lo que hago es reorientar al espíritu e impulsar al cuerpo” (Dr. Strange)

En repetidas ocasiones Sergio Gallegos ha platicado su historia: cómo un disfraz de payaso cambió su manera de entregarse a la medicina. Siendo estudiante fue diagnosticado con cáncer y durante sus tratamientos fue visitado por personas que intentaban hacerlo sonreír, eso le agradó y progresivamente fue adaptando su propia dinámica en los pasillos y consultorios del hospital.

“Me caracterizo con el ánimo de que los niños vivan un momento especial durante su consulta. Los niños con leucemia vienen durante tres años a tratamiento, hay niños menores de un año hasta jóvenes de 17 años, es algo difícil, yo soy un sobreviviente del cáncer. Después me disfracé de payaso y fui al hospital Fray Antonio Alcalde a entretener a los niños, después guardé el traje y hasta 2005 volví a vestirme de payaso pero ya siendo médico oncólogo pediatra, era un Día del Niño en el Hospital Infantil de México y comencé a dar mis consultas así, fue algo espectacular”.

Ahora tiene 43 personajes en su repertorio, la mayoría con trajes comprados por él y otros más donados por familiares y pacientes que han encontrado en este doctor una motivación en la vida y no dudan en ampliar su guardarropa regalándole disfraces para que los súper héroes nunca falten en el hospital. En 2007, al integrarse al equipo médico del piso 7 del Hospital Civil Nuevo, Sergio Gallegos repitió la fórmula pero vestido como “Santa Claus”, después de rey mago y así en cada fecha especial que rompiera la dinámica del hospital.

“El que domina la mente, lo domina todo” (Kaliman)

Con orgullo Sergio Gallegos presume que durante 2016 sólo en dos ocasiones llegó al hospital con su bata blanca. Aunque ahora es una iniciativa que muchos le aplauden, el doctor reconoce que ser un médico disfrazado fue una idea que poco a poco fue respetada.

“De frente nadie me dijo que no lo hiciera. Hay papás primerizos y de repente sale un payaso o Batman, es pensar que ellos vienen a ver al médico que llevará el caso de su hijo que tiene una enfermedad que le puede quitar la vida, pero los niños se meten contentos al consultorio. ¿Qué reclamo te puede hacer un papá cuando lo común es que un niño chille porque lo traes al hospital y ahora quieren venir, cuentan los días para venir? Cambias ese momento de sufrimiento”.

“Un hombre puede hacer la diferencia” (Daredevil)

En 2015 el Nuevo Hospital Civil se llenó de princesas. Una pequeña paciente advirtió a Sergio Gallegos que en su próxima consulta llegaría vestida de princesa y él tendría que estar como príncipe. El doctor aceptó sin chistar pero llevando esta idea a una escala que ahora se visualiza sea de impacto nacional.

“Esta enfermedad les roba la infancia a los niños. Al caracterizarme y durante la consulta ellos disfrutan mucho el momento siendo niños. Quiero que preserven sus ilusiones y sueños de niños, decirles que vamos a curarlos, que hacemos todo lo posible, que no dejen de ir a la escuela, que jueguen, que sigan con su vida a pesar de la enfermedad”.

Sergio Gallegos solicitó que quien tuviera disfraces de princesas no dudaran en donarlos al hospital. La expectativa era recaudar no más de 20 vestiditos y al final fueron casi dos mil con sus respectivos accesorios. La invitación a donar disfraces está nuevamente sobre la mesa. El reto de este año es que pediatras, oncólogos y médicos de otros hospitales y estados de México se sumen a esta iniciativa desde sus consultorios, de otras ciudades, que los profesionales de la salud también se animen a ser superhéroes y brinden esta posibilidad a sus pacientes. Hasta el momento, han sido 14 ciudades que han aceptado de buena forma esta iniciativa.

Para donar y regalar disfraces para los niños se puede hacer directamente en el piso 7 del Nuevo Hospital Civil “Juan I. Menchaca” (ubicado en Salvador Quevedo y Zubieta 876, cerca de la estación Ciencias de la Salud del Macrobús), tienes hasta el 31 de enero para llevar trajes y vestidos de preferencia nuevos o usados en buen estado y recién lavados (por seguridad de los niños), así como playeras para adolescentes con estampados de superhéroe, de lunes a viernes de 8:00 a 14:00 y 16:00 a 19:00 horas y también el consultorio ubicado en Niño Obrero 1558, en la colonia Chapalita.

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