Aunque la temporada de lluvias en México ha ayudado a mitigar los efectos típicos de la canícula, desde principios de julio se ha registrado un aumento notable en las temperaturas. La Canícula 2025 se prevé que concluya en la segunda semana de agosto, y con ello, se espera una disminución gradual en las precipitaciones. Esto plantea interrogantes sobre cómo afectará este cambio al desarrollo de huracanes durante lo que resta de julio.José Martín Cortés, meteorólogo del Centro de Estudios y Pronósticos Meteorológicos de la Secretaría de Protección Civil de Veracruz, explicó que entre el 15 y el 18 de julio se prevén lluvias significativas en diversas regiones del país —incluyendo el noroeste, occidente, centro, norte, sur y parte del sureste— debido a la presencia de un monzón activo, el paso de ondas tropicales y la influencia de un frente frío en el sur de Estados Unidos.Sin embargo, a partir del 19 de julio, se anticipa una reducción en las lluvias, que se concentrarán principalmente en zonas montañosas de la Sierra Madre Occidental, el centro, sur y occidente del país. Esta disminución será ocasionada en parte por la llegada de Polvo del Sahara en concentraciones de bajas a moderadas, especialmente en regiones del centro-oriente, el Golfo de México, el Caribe y algunas zonas del Altiplano y costas del Pacífico sur.Según el pronóstico, este patrón se mantendrá hasta finales de julio, cuando las condiciones volverán a cambiar. Se espera que entre los últimos días del mes y los primeros de agosto aumenten nuevamente las precipitaciones, particularmente en el centro-sur del país, impulsadas por la actividad ciclónica.El meteorólogo destacó que, aunque se prevén lluvias benéficas en buena parte del país, las más intensas durante las siguientes dos semanas abarcarán amplias regiones del territorio nacional.SV