El pasado 5 de julio, dos agentes adscritos a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) fueron asesinados dentro de un recinto conocido como la Capilla del Angelito Negro 666, ubicada en la colonia La Loma, en Pachuca. El lugar, que ha sido sede de un culto dedicado a una figura satánica, ha operado desde hace más de una década en la capital hidalguense.De acuerdo con versiones de los familiares, los policías acudieron a ese sitio con el propósito de entregar dos citatorios relacionados con un caso de violencia familiar. Sin embargo, al llegar, fueron retenidos y agredidos físicamente por integrantes de la secta que profesa culto al llamado angelito negro.Tras varias horas sin tener noticias de los oficiales, elementos de la policía investigadora se presentaron en el lugar y lograron la detención de cuatro personas. Uno de los agentes murió en el sitio, mientras que el segundo fue hospitalizado, pero falleció días después debido a la gravedad de sus heridas.Como resultado de las denuncias hechas por los familiares de las víctimas, fue removida de su cargo Patricia Moya, quien hasta entonces encabezaba el grupo de investigación del Centro de Justicia para Mujeres. La funcionaria fue señalada por presuntamente haber enviado a los agentes sin las medidas de seguridad necesarias.El culto al angelito negro, aunque desconocido para muchos, no es nuevo. En los últimos años ha ganado más seguidores y tiene su sede principal en Pachuca. Cada 13 de diciembre, un día después del festejo nacional a la Virgen de Guadalupe, los devotos realizan celebraciones dedicadas a esta figura, considerada por ellos una representación mexicana de Lucifer.Según la doctrina católica, Lucifer es un ángel que fue expulsado del cielo y destinado a gobernar en el infierno. En el contexto local, quienes siguen este culto practican rituales que incluyen sacrificios de animales, similares a los que se observan en tradiciones como la santería.Los seguidores del angelito negro también llevan a cabo actos de automutilación o flagelación dentro de círculos o pentagramas rodeados de veladoras encendidas. Además, en espacios como la calle Carpintería, en la colonia Morelos del barrio de Tepito, en la Ciudad de México, se realizan bailes en honor a esta figura, en paralelo a las festividades religiosas tradicionales.Cabe destacar que en operativos realizados en propiedades pertenecientes a integrantes de grupos delictivos, como la Unión Tepito, se han encontrado altares dedicados al angelito negro. Las representaciones varían: desde muñecos con cuernos y tenis, hasta figuras vestidas de charro, que pueden aparecer como adultos o incluso en forma de niños.BB