Con el objetivo de prevenir y detectar enfermedades renales desde temprana edad, el doctor Julio Ramos, quien es director del Centro del Riñón Guadalajara, en conjunto con un equipo de nefrólogos y pediatras, alistan una estrategia nacional para realizar chequeos médicos en niños desde guardería, kínder, primaria y secundaria. “Jalisco va a ser pionero. Estamos próximos a presentar una propuesta, ya nos están abriendo un espacio en la mesa de diálogo en la Cámara de Diputados para poder platicar la propuesta en donde los niños de guardería, kínder, primaria y secundaria sean evaluados como requisito de primer ingreso con un examen general de orina para identificar si existe la presencia de un mal funcionamiento (del riñón) o la presencia de proteínas y sangre en la orina”, destacó.Esta iniciativa, que nació en enero ante el aumento de casos de problemas renales en Jalisco, busca incentivar las medidas de prevención en las escuelas y hogares, como una buena alimentación y actividad física diaria. Los menores que presenten anomalías serán derivados a centros de salud para recibir mayor atención médica antes de inscribirse en algún plantel educativo.Detalló que el proyecto se relaciona con la estrategia nacional “Vive Saludable, vive feliz”, con la cual se prohibirá a partir del mes próximo la venta de comida chatarra o con bajo valor nutricional en las escuelas de educación básica, así como la visita de brigadas de salud para detectar problemas dentales, visuales y en el Índice de Masa Corporal (IMC), que podría indicar sobrepeso u obesidad, los principales detonantes de padecimientos renales.“(Los niños) serán derivados de manera oportuna a un equipo de profesionales que vamos a integrar como parte de un escuadrón de atención temprana de salud renal con el objetivo de detectar de manera temprana y cambiar el pronóstico a través de un concepto educacional en donde tanto padres como niños estén involucrados. Y las cooperativas de las escuelas para que lo que se les oferte a los niños sean alimentos con un alto valor nutricional y quitar los productos chatarra como parte de este proyecto”, añadió.En tanto, como parte de este programa, también hizo un llamado a reforzar las campañas de concientización para incentivar la donación, sobre todo de personas fallecidas. Aunque esta cultura ha aumentado desde la pandemia por Covid-19, aún no es suficiente para dar abasto a todos los pacientes en lista de espera en Jalisco, que asciende a cinco mil 853 en el estado y 15 mil 811 a nivel nacional.“Que más familias se atrevan a cruzar esa pequeña línea de dar vida a otros seres y dar la oportunidad de que siga un pequeño fragmento de este ser presente en la vida de otras personas, otra forma de vivir... Y la gente que va a recibir un órgano que esté emocionalmente también capacitada para recibirlo con amor y con respeto para con aquel ser que pasó a otro plano, pero que trasciende a través de la donación”, concluyó.530 mil personas en Jalisco padecen de alguna enfermedad renal crónica, pero hay menos de seis mil que están en lista de espera de recibir un trasplante.