Se acercaba el mediodía y las campanas de la Catedral repicaban con fuerza. Los feligreses se amotinaban en la entrada del edificio, esperando encontrar un asiento libre en la abarrotada Iglesia. Aunque, como todos los domingos, las campanas anunciaban el inicio de la misa, ayer sonaron por una ocasión especial: el cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, dio inicio al Año Sacerdotal 2025-2026, en el marco del 50 aniversario de su ordenación. Y lo hizo con un mensaje cargado de humildad, reflexión y agradecimiento.Salió del atrio trasero abriéndose paso entre la feligresía, que lo recibió con vítores y aplausos. Unos se persignaban a su paso, mientras que otros lo saludaban a la distancia, con la esperanza de que el arzobispo les dirigiera una bendición. Robles Ortega llegó al altar y, frente a todos los asistentes, se rindió en palabras de agradecimiento por sus 49 años de sacerdocio, reconociendo sus “limitaciones, faltas y defectos”. El cardenal fue ordenado como sacerdote el 20 de julio de 1976 para la Diócesis de Autlán, en Jalisco, por el obispo José Maclovio Vázquez Silos. “Agradecer a Dios por los 49 años en mi vida sacerdotal. Dar gracias a Dios por el don del sacerdocio… y pedir perdón por mis pobrezas y limitaciones. Y, sobre todo, pedir por el aumento de las vocaciones en la Iglesia. En este contexto del Año Jubilar que estamos viviendo en toda la Iglesia, que es un año de gracia y esperanza, en ese contexto vamos a comenzar este Año Sacerdotal para valorar el don del sacerdocio ministerial, para pedir por la santificación de todos nuestros sacerdotes y para pedir por el aumento y fomentar las vocaciones sacerdotales”.Durante la misa, el líder de la Iglesia católica en Guadalajara recordó la parábola de las hermanas Marta y María, quienes recibieron a Jesús en su casa en Betania.Una preocupada en servir a Cristo, mientras que la otra estaba atenta a las palabras del Cordero de Dios. El cardenal, entonces, ofreció su reflexión: “Lo importante en la vida cristiana es escuchar, con espíritu de humildad y de receptividad, lo que Jesucristo nuestro Señor nos dice y nos enseña”.“Las enseñanzas, queridos hermanos y hermanas, es para nosotros, porque nosotros también llevamos en nuestra manera de ser cristianos un poco de Marta y un poco de María, pero Jesucristo Nuestro Señor pone en orden las cosas y dice: ‘Lo más importante es que no se preocupen por hacer por mí, que hagan cosas por mí. Lo importante es que escuchen, que atiendan, que reciban el mensaje que yo les doy. Y si lo reciben y lo acogen en su interior, mi mensaje les dará paz’”.La historia de ambas hermanas es relatada por el apóstol Lucas. En ella se expone la necesidad de contar con las prioridades correctas, sobre todo en la vida cristiana, evitar distracciones mundanas y buscar una vida equilibrada entre la fe y la cotidianidad.Por su parte, la Arquidiócesis de Guadalajara indicó que, en el marco del Año Sacerdotal, ofrecerá materiales litúrgicos y formativos a fin de fomentar la renovación del ministerio sacerdotal, impulsar la promoción vocacional y expresar gratitud hacia los presbíteros. A un año de celebrar su 50 aniversario con el don del sacerdocio ministerial, el cardenal José Francisco Robles Ortega reconoce que estos 49 años han sido un regalo de Dios. Lleno de anécdotas positivas, no destaca ninguna en particular, pero, con una augusta sonrisa que se dibuja en su rostro, agradece a Dios la oportunidad de recordarlas con cariño y dignidad.“Yo sencillamente recibo esta etapa de mi vida como un regalo de Dios. Un regalo hecho a mi persona, sí, pero entendido que ese regalo no es solo para mí, es para ponerlo al servicio de las personas. El Señor se ha servido de mí, con mis limitaciones, con mis faltas y defectos… se ha servido de mí para hacerle bien a su pueblo. Y de eso estoy agradecido”.Durante estos 49 años, relató el arzobispo, Dios le ha permitido contribuir con su “granito de arena” en la búsqueda del bienestar de la ciudadanía. Por ejemplo, con las recientes capacitaciones que varios sacerdotes recibieron con el fin de dialogar con el crimen organizado e incidir en la reducción de la violencia, Robles Ortega explicó que el objetivo es “más amplio”, pues se busca restablecer el estado de derecho en todos los estratos de la sociedad. Por lo pronto, en este Año Sacerdotal, hay objetivos: la santificación de los sacerdotes, el fortalecimiento de las vocaciones y el perdón de todas las faltas y pecados cometidos. Durante la misa que marcó el inicio del Año Sacerdotal 2025-2026, el cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, hizo un llamado a recuperar y atender las enseñanzas de Cristo plasmadas en los libros del Evangelio, apoyándose en la parábola de Marta y María, quienes reciben la visita de Jesús en la ciudad de Betania.La historia de ambas hermanas es relatada por el apóstol Lucas. En ella se expone la necesidad de contar con las prioridades correctas, sobre todo en la vida cristiana. Robles Ortega explicó que las enseñanzas de Jesús pueden ayudar a discernir y, lo más relevante, a construir una relación de paz y fraternidad con Dios. Además, con mayor profundidad y conocimiento de la palabra del Señor, la relación con las demás personas será más cercana y afectuosa, afirmó el cardenal. CT