Con flores blancas, sirenas encendidas y un pase de lista simbólico, Guadalajara recordó este 22 de abril a las víctimas de las explosiones de 1992, en una jornada donde el dolor se mezcló con la dignidad y la memoria.En el Jardín San Sebastián de Analco, epicentro del homenaje, sobrevivientes, familiares, autoridades y vecinos se reunieron para no olvidar que más de cinco kilómetros de la ciudad fueron devastados y que, 33 años después, la herida sigue abierta.Uno de los momentos más emotivos del evento fue el mensaje de despedida de Lilia Ruiz, quien luego de más de tres décadas como presidenta de la Asociación 22 de abril, anunció su retiro. “En el pasado nos quitaron medicamentos, aparatos, convenios... pero no dejamos de luchar”, dijo, reconociendo que las autoridades en curso han abierto el diálogo y reforzado los apoyos.La alcaldesa de Guadalajara, Verónica Delgadillo, anunció que este año se aportan cuatro millones de pesos al Fideicomiso de Apoyo, en tanto que el Gobierno del Estado hace lo propio con 5.5 millones. El gobernador Pablo Lemus se reunió un día antes con la asociación para garantizar la continuidad de dicho apoyo, con una iniciativa que lo blinde por ley cada año, con su respectivo ajuste inflacionario.En su primera conmemoración como mandataria tapatía, Verónica Delgadillo subrayó que la tragedia no puede repetirse: “La corrupción y el silencio costaron vidas”. Recalcó que su Gobierno “está en territorio, no en escritorios”. Y destacó avances en prevención como la actualización del Atlas de Riesgos.Como ejercicio de memoria, se realizó un simulacro en el parque de la Ex Penal. Helicópteros, gas cloro ficticio y cuerpos de emergencia recrearon una nueva contingencia, demostrando que Guadalajara está más preparada en protección civil. CT
