Desde el momento en el que cruzas la Calzada Lázaro Cárdenas, la ola de calor se hace sentir en todo el cuerpo. La temperatura en la colonia Colón Industrial es más alta que en otros puntos de la ciudad debido a la presencia de decenas de industrias cuyo funcionamiento emana calor y vapores al medio ambiente.Miguel Ángel Orozco Aguilar, dueño de una fonda de comida económica, asegura que comenzó a sentir un aumento en la temperatura desde hace dos semanas, con un incremento en la sensación de calor a partir del mediodía hasta las 18 horas, para luego percibir un descenso en la sensación térmica.“He notado un cambio en los vientos y que en la mañana sigue fresco y ya pasado del mediodía se siente el incremento del calor hasta pasado de las cinco de la tarde, y después vuelves refrescar, pero ya no tanto, se siente un poquito de más calor y se evapora lo poco que se llega a sentir fresco, hay árboles se siente sofocado el calor”.Sin embargo, reconoce que este es sólo el inicio en el incremento de las temperaturas en la ciudad y más en la Zona Industrial, pues señala que durante la temporada de lluvias la sensación de calor combinada con la evaporación de las aguas de lluvia en el asfalto hace que se sienta “como un infierno la cocina de la fonda”.Afirma que año con año percibe un aumento en la temperatura durante las temporadas de primavera y verano, a lo que apunta que su único remedio es mantenerse hidratado y contar con el agua suficiente para sus clientes, pues comenta que por comida corrida, los comensales piden hasta tres vasos de agua fresca, en comparación a otras temporadas.Carlos Castellanos, dueño de un estacionamiento en Calle 5, resalta que, a pesar de que apenas inició la primavera, desde hace casi tres semanas sintió un aumento considerable en la temperatura, la cual asegura se siente en toda la ciudad pero con mayor intensidad en la Zona Industrial de Guadalajara.“Aquí en la zona industrial es brutal, es demasiado asfalto, demasiados camiones y vehículos particulares, todas las compañías y todo esto de que al menos en ésta zona ya no hay pasto, ya no hay árboles, aquí se siente demasiado”.Destaca cómo con el paso de los años, la ciudad tuvo un aumento de temperaturas que la llevó a sentir “climas extremos”, cuando hace unos años, la localidad gozaba de temperaturas templadas y no tan elevadas en ninguna época del año.Culpa a la extensión de pavimento sobre zonas en las que se tenía presencia de vegetación, pero admite que no hay nada que, al momento, se pueda hacer, excepto aguantar el alza de la sensación térmica.“Aquí el estacionamiento nos permite estar en la sombra casi todo el día y nos la pasamos en espacios con sombra, pero entre eso, un buen vaso de agua y el ventilador resistimos, porqué de todos modos no podemos hacer nada más”. IO
