Uno de los galardones de fotoperiodismo más prestigiosos a nivel internacional, el World Press Photo, cumplió setenta años de trayectoria el día de ayer. Su directora ejecutiva, Joumana El Zein Khoury, reflexionó en una entrevista con la agencia EFE sobre el archivo de la fundación, que refleja que “la historia se repite, y hay imágenes que podrían ser de hoy, pero en realidad son de hace 50 años”, pero mirar atrás también ofrece “perspectiva y te hace ver que la gente sigue adelante”.“Ser una organización con setenta años me da perspectiva, en el sentido de que la gente sigue adelante, las cosas realmente cambian, pero que siempre hay horrores pasando... Ves que la historia se repite, y que hay imágenes que podrían ser de hoy, pero en realidad son de hace 20 o 50 años. Aunque también hay cosas que sí han cambiado, que ya no se ven”, señaló. Ya no ves esas imágenes de “una mano blanca con la mano de un niño negro famélico” o de “pornografía infantil, porque había mucha desnudez infantil retratada en los medios”, lo que “no quiere decir que no existan estas cosas, pero se cuestiona más cómo mostramos a las personas, las comunidades, los estereotipos, los temas".El Zein Khoury lamentó que, después de tantas décadas de lucha, continúe en peligro la libertad de prensa. “Ser periodista, sobre todo fotógrafo de prensa, es muy peligroso, por el equipo que se carga, por estar en primera línea, es muy pesado física y mentalmente”. La directora apuntó a que el año pasado fue el más mortal para los periodistas, según estadísticas del Comité para la Protección de Periodistas (CPI).Tal deterioro afectó a la fotógrafa ganadora de la Foto del Año el pasado 17 de abril. La palestina Samar Abu Elouf fue evacuada de Gaza por el peligro para sus hijos de la guerra israelí. “Dejar todo atrás afecta mucho la salud mental… pero ella sigue trabajando y documentando la situación de los refugiados de Gaza en Doha”, explicó El Zein Khoury.La fundación ha premiado a Abu Elouf por la foto de Mahmoud, un gazatí de 9 años al que una explosión arrancó un brazo y destrozó el otro cuando huía de un ataque israelí en Gaza, territorio que tiene el mayor número de menores amputados per cápita en el mundo, según Unicef.La Foto del Año que ganó en 2024 también denuncia la misma guerra israelí. El fotoperiodista palestino Mohammed Salem capturó a una mujer abrazando a una niña muerta envuelta en tela blanca en Gaza, un reflejo del dolor y la pérdida en una fotografía que no mostraba el rostro de ninguna de sus dos protagonistas. Para El Zein Khoury, ambas fotos cuentan una “historia universal”:Y eso es lo que busca reflejar el World Press Photo, que “cada imagen cree diálogo, haga preguntas, ayude a ver las cosas desde otra capa o perspectiva, y que, con esa emoción y ese conocimiento extra, la gente piense en la historia de forma más compleja”, concluye.AO