Al menos ocho personas murieron hoy en una ofensiva violenta en el Suroeste de Colombia, donde 19 ataques con explosivos y hostigamientos armados sacudieron los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, según informaron las autoridades.El Ministerio de Defensa consideró los ataques como “una reacción desesperada de los grupos armados ilegales ante las operaciones contundentes de la fuerza pública, que han golpeado sus estructuras y economías ilícitas”.En total fueron registrados siete atentados en el Valle del Cauca y doce en el Cauca que se cobraron la vida de dos policías, uno asesinado por un francotirador en el municipio de Caloto y otro por la explosión de un autobús bomba en el peaje de Villa Rica.En esos departamentos tienen presencia las disidencias de las extintas FARC, bandas herederas del paramilitarismo y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el mayor grupo guerrillero de izquierda activo en el país, cuya estructura está encabezada por Néstor Gregorio Vera Fernández, alias “Iván Mordisco”. También hubo varias explosiones de carros bomba en los municipios de Corinto y El Bordo que, en principio, se informó que no dejaron víctimas, pero finalmente los reportes médicos confirmaron el fallecimiento de una mujer de 32 años y daños a edificaciones públicas, viviendas y puestos policiales.Cinco muertos en Cali y Jamundí. En el departamento del Valle del Cauca, cinco personas fallecieron en tres puntos distintos de Cali, la capital del departamento: una en el barrio Meléndez, otra en el sector de Los Mangos y tres civiles en el caserío de Guachinte, en el municipio de Jamundí.Estas explosiones ocurrieron tras detonar bombas colocadas en motocicletas y barreras de señalización vial, según las autoridades locales.En total, los atentados dejaron más de 40 heridos en distintos municipios de los dos departamentos y fueron atribuidos a las disidencias de las FARC.EFE El ministro del Interior, Armando Benedetti, calificó los atentados ocurridos el día de ayer como “actos cobardes”. En su cuenta de X, escribió: “Es momento de rodear a la fuerza pública, a nuestros soldados y policías, quienes son los que garantizan la seguridad de las colombianas y los colombianos”.La jornada violenta ocurrió a unas horas de la visita a Cali del presidente colombiano, Gustavo Petro, para participar en una movilización convocada por sindicatos en respaldo a su propuesta de convocar por decreto una consulta popular para aprobar la reforma laboral rechazada en el Senado, que ha causado una enorme tensión política. CT