Imagínate trabajar desde tu cama con sólo apretar un botón en tu celular. No hablo de una oferta falsa de dinero fácil en WhatsApp. Las y los legisladores federales pueden hacerlo.¿El teletrabajo se puede convertir en un disfraz para los holgazanes? Tú juzga.La Cámara de Diputados adoptó en 2020 por la pandemia el Sistema Aplicación Portátil para el Registro de Asistencia y Votación (APRAV), ahora convertido en el sistema oficial de votación.Es una aplicación móvil con un sistema biométrico de reconocimiento facial para que voten en sesiones de pleno y comisiones desde cualquier ubicación remota.Esta herramienta se publicita como el “ejercicio pleno de la democracia de la mano con la tecnología”; hasta recibió un premio de innovación gubernamental en 2023.Sin embargo, ha derivado en un uso abusivo lo que en la pandemia fue una solución. Te explico.Obtuve vía transparencia en datos abiertos las asistencias de las y los diputados en esta legislatura (LXVI).Un análisis del periodo Septiembre 2024 - Junio 2025 reveló estos modos en que registran principalmente su participación en pleno y comisiones: Asistencia por Sistema (80.3%); Asistencia Autógrafa (6.4%); Asistencia de viva voz (6.1%), Inasistencia (3.5%); Inasistencia Justificada (2%).La Cámara asienta por igual como Asistencia por Sistema si el diputado registra su presencia y voto desde su curul o si lo hace desde una ubicación remota vía la app en su celular (APRAV).De hecho, en las sesiones semipresenciales (virtuales) de pleno y comisiones, el legislador ni siquiera está obligado a seguir la transmisión vía Zoom o el Canal del Congreso. Porque la app del celular le notifica cuando se abre el sistema de votación, y sólo debe señalar el sentido de su voto apretando un botón. Significa que un diputado puede seguir “trabajando” sin atender la sesión, estando físicamente en otra entidad, fuera del país o sin bajarse de la cama (si se duermen en su curul cuando acuden al recinto, nada les impide votar remotamente desde su cama).El reglamento de la Cámara establece la modalidad presencial y semipresencial para las sesiones de pleno y en comisiones. En el caso de las sesiones del pleno, el Presidente de la Mesa Directiva tiene la facultad discrecional de citar en cualquier modalidad.No hay límite para las sesiones semipresenciales. De hecho, la sesión de pleno de los martes en la Cámara suele ser presencial, pero la del miércoles o jueves es remota. En el caso de las comisiones todas pueden ser virtuales.Según el reglamento, los diputados sólo deben acudir de forma presencial obligatoriamente cuando se voten reformas constitucionales y a la Ley Orgánica. El resto, leyes reglamentarias, iniciativas y presupuesto, puede ser con votación remota.En algún momento, la Cámara evaluó diferenciar cuándo un legislador votaba presencial o virtualmente, pero eso implicaba geolocalizarlo y al violar su privacidad, se frenó la propuesta.Por ejemplo, de los 32 legisladores federales por Jalisco, el diputado emecista y ex jefe de gabinete Hugo Luna registró 33 Asistencias por Sistema al pleno y comisiones (el que menos tuvo); y la diputada Sandra Beatriz González acumuló 68 Asistencias por Sistema (la que más sumó).En ambos casos es imposible saber cuántas veces pisaron San Lázaro.La modalidad virtual genera ahorros en aviones, viáticos y papelería, pero… de eso les platico mañana.P.D.Esta investigación representó casi un mes de entrevistas y obtención de datos vía transparencia. Agradezco a Héctor Pina (@Yanipaper), profesor del Iteso y datero, así como a Ramiro Corona, director de Escuela de Datos, por su ayuda para el análisis de la data con herramientas de programación.