El tamaño del pastel que se repartirá en dinero entre las escuderías de la máxima categoría decrece por más de 40 millones de dólares y por consecuencia algunos equipos tendrán menos presupuesto para afrontar 2018. Chase Carey, director general de Liberty Media, empresa que tomó el control de la Fórmula Uno a principios de este año, asegura que bajo las nuevas premisas y estrategias el beneficio económico para los equipos está resguardado en el largo plazo. Carey argumentó que con las nuevas inversiones en la plataforma digital y la libertad recién otorgada a los equipos aumentará el atractivo del espectáculo generando mayores ingresos en los años venideros.Es una realidad que la nueva administración ha apoyado eventos fuera del calendario normal de la Fórmula Uno, como sucedió en Londres previo al Gran Premio británico, y en general esta clase de activaciones han sido bien recibidas por equipos, pilotos y aficionados, pero creo que Liberty Media debe de proteger a los más débiles dentro de la parrilla si quiere evitar que más equipos como Manor abandonen el serial por falta de capacidad económica.Tan sólo el fin de semana pasado el sexto puesto que le arrebató Renault a Toro Rosso acaparó la atención de los medios, ya que se especulaba que al perder más de seis millones de dólares para la vulnerable escudería italiana podría ser un golpe fatal, afortunadamente la empresa de bebidas energéticas Red Bull asumió la pérdida e inyectará más inversión al equipo.Las promesas de Liberty Media sobre los cambios en el serial han tardado más de lo esperado en generar resultados positivos, Carey explica la lentitud en base al tiempo que les tomó consolidar un equipo capaz dentro de la organización, pero confirma que en 2018 ya tendrán todas las piezas en orden para ejecutar cambios radicales en la categoría.Liberty pretende tener reuniones durante diciembre con los equipos participantes para explicar su visión a largo plazo del deporte y espero que la estrategia promovida satisfaga a los directivos, porque de lo contrario podríamos ser testigos de un 2018 poco amistoso.
