Veinte años de servicio empiezan a cobrar factura a semáforos de la ciudad, necesitan ya una “cura”. El ritmo en que ellos trabajan ya los tiene rebasados, y urge que los modernicen o de plano ser cambiados. Por ello, buena noticia que con dinero prestado los “rejuvenecerán”... La verdad, se habían tardado.