Inevitable se ha vuelto hablar sobre gasolina, la que antes encontrábamos a la vuelta de la esquina. Ahora sólo con suerte, y haciendo largas filas, compramos algunos litros... si no se agotan las “pilas”. Y no queda más remedio que llenarnos de paciencia y esperar que a “los de arriba” les remuerda la conciencia.