Pastos ornamentales, pastos deportivos su cultivo

En el cultivo de organismos vegetales diversos el de los pastos es el más descuidado. Bien es cierto que la sociedad mexicana tiene un gusto muy especial por las plantas de ornato, pero no podemos decir que exista una cultura para el caso; si bien es cierto que el desarrollo urbanístico de las últimas décadas ha puesto su atención en el colorido del entorno y es así, que principalmente debido a nuestros climas observamos una multitud de especies ornamentales que al mismo tiempo ofrece diversidad visual aunque un tanto desfasada por falta de un sentido estético; en el marco del cual se contempla la economía y las estaciones del año. El anterior concepto puede tener su continuación en próximas colaboraciones así que en la presente, nos atendremos a lo que reza el título.

Hace un poco más de cuatro décadas que veíamos gente buscando en la periferia de la ciudad el llamado “zacate burro” único recurso conocido entonces para ser plantado en algunos camellones muy pocos, y alrededor de una que otra fuente de agua cuando había el terreno disponible circundando tal fuente. Como en muchas otras especies ornamentales florales o de hoja pigmentada que una vez plantadas en su sitio de maceta de cualquier tipo ahí pasaban los años; igualmente los pastos una vez en el suelo resisten temporales lluviosos durante los cuales naturalmente permanecían verdes pero también resistían el tiempo de estiaje de tal manera, que no llenaban el vacío en la estética social visual.

El pasto ornamental cumple sus funciones cuando se tiene un control en su crecimiento no más alto de los cinco centímetros. El suelo o sustrato debe tener una profundidad de quince centímetros; con una textura que permita el desarrollo radicular, los pastos a que nos estamos refiriendo no penetran su raíz hacia abajo sino que la extienden lateralmente. Son una especie de un amplio rango en su reacción o pH. En ningún momento pues se debe utilizar un suelo arcilloso ya que este tipo de suelo se endurece y el sistema radicular se vuelve plano cuando en su origen es cilíndrico; así pues con un suelo mullido el vegetal desarrolla un primordio radicular hacia abajo y lateral a la vez, que una

yema foliar. Con cinco centímetros de altura la función ecológica es amplia a través de la evotranspiracion; la hoja mantiene su colocación o Filotaxia alrededor del primordio de crecimiento tanto como lo ancho de la lámina; igual que todos los organismos vegetales en su estructura física tiene celulosa, pectina y cera en tres niveles que deben mantenerse siempre en equilibrio pues el exceso o falta de cualquiera de los tres nos ofrece a la vista un pasto enfermo; por ello su nutrición debe contener los tres elementos básicos o sea, Nitrógeno, Fosforo y Potasio y, su aplicación debe tener un programa de cada sesenta días; igualmente cada dos meses debe dársele oxígeno, esto se logra utilizando un tridente fabricado por cualquier herrero o soldador utilizando varilla corrugada de tres octavos; cuatro o cinco piquetes por metro cuadrado serán suficientes para que los microorganismos del suelo tanto como el sistema radicular reciban el beneficio y por tanto la micro flora se dinamiza y el vegetal en si mantiene el ritmo en su fisiología del metabolismo. Los riegos normales deben darse solo por las mañanas y calculando que la humedad permanezca en una constante que incluye por supuesto el sistema radicular. Cada tres meses debe darse un riego de inundación con el cual se logra la pronta degradación de los esquilmos producidos en los cortes.

La sanidad es otro aspecto de la mayor importancia; los pastos son atacados en perjuicio por la llamada “gallina ciega” la cual es conocida también como nixticuil y que es la larva del mayate de junio: Macrodactilus mexicanus. Otro insecto es el conocido “gusano de alambre”; otro más, la lombriz blanca y aunque raras veces y en ciertas regiones “el Ciempiés”. Estos insectos pueden vivir hasta treinta o cuarenta centímetros bajo la superficie aunque en el caso que nos ocupa permanecen dentro de los quince o veinte centímetros y, pueden tener tres o cuatro generaciones en el año.