Pablo Lemus, el alcalde más mediático, lanzó una primera señal de peso al interior del partido naranja.Rompió con Indatcom, la empresa de comunicación digital que después de 2012 ayudó a transformar la “calabaza” de Enrique Alfaro en un carruaje que llegó hasta Palacio de Gobierno en 2018.La compañía, beneficiada con millones por gobiernos naranjas locales y de todo el país, publicó un desafortunado mensaje en redes sociales del Ayuntamiento de Zapopan para promocionar a Enrique Cárdenas, candidato del PAN-PRD-MC en Puebla.En medio de las acusaciones del candidato morenista Miguel Barbosa contra Alfaro por orquestar una supuesta campaña en redes en su contra, la estrategia de Lemus, para evitar que lo vinculen a esa guerra sucia, fue huir hacia adelante.Queda la duda: se trató de un error o de una escaramuza interna de cara a las (lejanas) elecciones intermedias y la sucesión en 2024.El alcalde zapopano sabe que lo que un día fue la virtud del movimiento alfarista, la comunicación, se resquebraja con el ejercicio de Gobierno, la distancia con Rafael Valenzuela y el carácter del gobernador.“Voy solo”, parece anticipar Lemus al sanedrín emecista.***Quienes no han alcanzado consensos en torno a sus liderazgos son los morenistas de Jalisco.La falta de acuerdo para nombrar al dirigente estatal, el ex priista Hugo Rodríguez, quedó manifiesta durante su unción. No acudieron ni Carlos Lomelí ni el coordinador parlamentario Bruno Blancas ni algún representante nacional del partido.Muchos morenistas se inconformaron porque Rodríguez no tiene sangre azul, o mejor dicho, Morena, y más bien desciende de las alas más priistas del priismo.Lo que sí “cohesionó” a los morenos fueron los 24 millones de pesos de presupuesto público y que el partido no podía ejercer ante la falta de un presidente estatal.A ver si con ese dinero les alcanza para elevar el “pedigrí” de sus iniciativas en el Congreso local y aunque sea para amueblar con un poco más de seso y oportunidad su grilla local.
