Es arquitecto, egresado hace justamente cincuenta años de la primera generación de la Escuela de Arquitectura que fundó para el ITESO Enrique Nafarrate Mexía. Fue, ciertamente, una brillante generación: Alejandro González Gortázar, Felipe Covarrubias Álvarez del Castillo, Jesús Velasco y Orozco, Eduardo Vázquez Baeza, Manuel Hernández Romo, y Gabriel Villaseñor Camarena (QEPD).En 1969 era difícil, y tal vez más que hoy, ser un joven arquitecto. Cuentan los integrantes de esta promoción cómo tuvieron que pasar las difíciles pruebas a que les sometió el aprendizaje en la escuela, las arduas desveladas, la incertidumbre académica al tener que hacer la carrera en una institución no reconocida por la UNAM, la dureza de maestros y patrones, la escasez de trabajo para los egresados salvo como (más o menos explotados) dibujantes.Entre los graduados se encontró, entonces, Gabriel Casillas Moreno. En su ya dilatada trayectoria se cuenta una brillante ejecutoria desde su propio despacho, el que fundó después de varios años de aprendizaje con uno de los más importantes arquitectos tapatíos: Fernando González Gortázar. Desde su estudio, y hasta la actualidad, Gabriel ha producido una amplia gama de proyectos arquitectónicos, paisajísticos, urbanos. Es destacable, por ejemplo, la casa para su hermano de la década de los setenta, o la suya propia en Chapala de la época de los ochenta, el Parque Metropolitano o muchas otras cosas.Trabajó muchos años, para el beneficio de la comunidad, en la Junta General de Planeación y Urbanización del Estado, después Sedeur, y actualmente -más o menos- SIOP. Posteriormente se dio uno de sus más significativos logros: la invención, promoción y concreción de la figura de Procurador Urbano de Jalisco.Dicha figura fue pionera, en términos nacionales, en la instauración de una institución clave para la búsqueda de ciudades más justas, sostenibles, dignas y armoniosas. Fue así que Gabriel fue designado en 1994 por la Cámara de Diputados del Estado como el primer Procurador de Desarrollo Urbano del país, y probablemente de Latinoamérica. La brecha que abrió ha sido riquísima, y áspera. Demasiados intereses creados, demasiada corrupción, falta general de cultura urbana en el medio y en particular entre tantos miembros de la comunidad arquitectónica, entre los constructores y promotores, y aun en las propias autoridades. Sin embargo, en los 25 años de desempeño, con sus notables altibajos, la Procuraduría de Desarrollo Urbano de Jalisco ha tenido innumerables intervenciones y ha redundado en una sensible mejora de las prácticas urbanas del Estado. Esta sola proeza basta para ubicar a Gabriel Casillas Moreno entre los arquitectos más notables y valiosos de Guadalajara.El arquitecto has sido maestro de diversas materias en la Escuela de Arquitectura del ITESO por cerca de medio siglo. Muy justo sería que ya se le nombrara maestro emérito de esa universidad. Además tiene incontables amigos, una conversación divertidísima y es un gran geómetra.
