Jalisco vive uno de los periodos más violentos y traumáticos, como lo demuestran las recientes masacres, el liderazgo nacional en fosas clandestinas y en desaparición de personas. Y pese a ello el gobierno estatal que encabeza el gobernador Enrique Alfaro Ramírez no sólo empeña en insistir en que en materia de seguridad se están haciendo bien las cosas, sino que critica frontalmente a quienes cuestionan los resultados en esta materia.Me parece que el gobernador se equivoca con este discurso que minimiza la gravedad de la violencia que atraviesa la sociedad jalisciense por dar prioridad a las cifras de reducción de algunos delitos. Es entendible que todo gobernante quiera priorizar sus buenos resultados y cifras positivas, por sobre lo que está mal o se hace mal. Aunque esta actitud ha sido la tendencia en el discurso del gobernador a lo largo de su gobierno, las críticas a este mensaje aumentan en momentos como los actuales donde impactan sucesos como la masacre en la colonia La Jauja, el aumento de feminicidios y el dolor de las familias de los desaparecidos. En el mensaje difundido ayer en sus redes sociales, el gobernador Enrique Alfaro reconoce que se han vivido días difíciles en el estado y luego hace un reconocimiento al gobierno federal por escuchar el reclamo de combatir la inseguridad y por mandar más elementos de la Guardia Nacional a Jalisco. Pero a partir de ahí, el discurso de Alfaro se convierte en un mini-informe optimista en materia de seguridad, y sigue con el reparto de culpas en donde entran desde grupos de la delincuencia organizada, intereses electorales en juego y el adversario favorito de este gobierno, “algunos medios” más interesados en vender periódicos que en informar objetivamente, según el gobernador. El tono con el que aparece Enrique Alfaro en su más reciente video parece mostrarlo molesto porque los medios y la mayoría de la sociedad no reconoce vivir en un estado donde la inseguridad va a la baja. Para ello muestra contrastes en índice total de delitos de febrero de 2018 y febrero de este año con una reducción de 29.2 por ciento en número de delitos, la reducción aún mayor en robo de vehículos de hasta 57 por ciento en el mismo periodo. Y refuerza su discurso afirmando que prácticamente todos los delitos patrimoniales han ido a la baja. Y luego viene la molestia: “Por supuesto, como siempre sucede, hay algunos medios y digo algunos, nunca generalizo, que siguen haciendo apología de la violencia, que le siguen haciendo el trabajo a los delincuentes. Esos medios que piensan que es más importante vender periódicos que generar condiciones de información objetivas para la población, mintiendo, distorsionando datos y atacando al gobierno como si el enemigo fuera el gobierno y no los criminales”.Creo que Enrique Alfaro se equivoca profundamente al atacar nuevamente a “algunos medios” porque asume que son estos medios quienes crean una percepción de inseguridad que según el mandatario no tiene bases objetivas de existir.Y creo que el problema es de prioridades. El asunto es que el gobernador quiere presumir un estado con reducción sustancial de delitos cuando la mayoría vemos un contexto de aumento en asesinatos violentos, desapariciones, feminicidios, fosas clandestinas y los fenómenos traumáticos y dolorosos como se manifiestan esas violencias: privaciones ilegales de la libertad; cuerpos brutalizados, desmembramiento o disolución de cuerpos; aumento de la violencia hacia las mujeres; masacres y batallas entre grupos armados en colonias populares o ricas; y una crisis forense que no deja a cientos de familias completar sus duelos. El gobernador presume cifras a la baja en robos patrimoniales cuando los homicidios, desapariciones y feminicidios van al alza.Y este contraste en realidad debería ser muy vergonzoso porque está bien recuperar autos o ganado y meter a la cárcel a quienes los roban, pero no habla bien de las prioridades de seguridad del gobierno estatal que se tengan a más robavacas en la cárcel que a perpetradores de desapariciones. Por eso creo que es equivocado el mensaje del gobernador y más cuando vuelve a criticar al mensajero. No se puede sentir que se vive en un estado seguro cuando nuestros hijos corren el riesgo, en cualquier momento, de engrosar la lista de desaparecidos o de morir en un fuego cruzado por estar en el lugar equivocado.Creo sinceramente que hay una desconexión de la realidad, de cualquier funcionario, cuando no se alcanza a tener la conciencia de que estamos viviendo unos de los periodos más violentos e inseguros de la historia de Jalisco. Y nunca se podrá presumir una política de seguridad que cuida más los autos y el ganado que las vidas de las personas.rubenmartinmartin@gmail.com
