Hay muchas personas que resultan sensibles cuando las cosas no les salen como lo deseaban, y entonces se enojan fácilmente y así justifican un maltrato a los demás.De plano el enojo lo utilizan como una herramienta para ejercer control y dominio sobre los demás, particularmente si se tratan de empleados y familiares cercanos.Es cuando la pareja se vuelve la víctima ideal de ese carácter agrio y difícil.Se supone que se nace con ese carácter, y que hay mucho de genético en ello, pero de cualquier modo crecen con esa tendencia a no poder controlar los impulsos y a darle rienda suelta a sus malos modos.La frustración e intolerancia a que sus deseos no se cumplan, es una causa muy común para estar enojado. Lo peor del caso es que a ellos les afecta mucho más y se desquitan con quien tienen cerca y se deja.La verdad es que vivir así no es nada agradable y ellos mismos acaban por sufrir con su modo de ser. Suelen echar a perder momentos agradables sólo por explotar de cualquier cosa y hacer ridículas escenas.Veamos algunos criterios que lo pueden sacar de la duda de si usted es una persona enojona:-¿Le faltas al respeto a las personas cuando te enojas?-Cuando te molesta algo, ¿le das rienda suelta a tu enojo, como si ya no tuvieras freno?-¿Pierdes la cabeza y dices y haces cosas que de otra manera no harías?-¿Eres de los que se justifican, diciendo que así eres y que ni modo?-¿Que te aguanten y soporten como eres y no estás dispuesto a cambiar?-¿Sólo te enojas con quien crees que puedes dominar, a quienes se te someten?-¿Si te enojas mucho fácilmente te dan ganas de agredir o golpear?-¿No se te pasa rápido y te quedas trabado con tu enojo?-¿Guardas rencor y ganas de desquitarte, con quienes te han hecho enojar?-¿Si no recurres al enojo cuando regañas o corrige a alguien, crees que eres blandito?-¿Acostumbras alzar la voz y hasta gritar cuando estás enojado?-¿Si te topas con alguien igual de enojón, de seguro termina en pleito?Ahora sí sabrás mejor si lo eres o no. Pero no es justo ni respetuoso usar tu defecto para controlar a los demás, mucho menos a tu pareja.