Contrario a la tradición política mexicana, el expresidente Zedillo reapareció y puso el dedo en la llaga de los gobiernos de Morena. Con un artículo en Letras Libres y una entrevista en Nexos donde cuestiona el derrotero antidemocrático de la llamada Cuarta Transformación y, contra toda lógica, los morenistas, de la presidenta Sheinbaum para abajo, se engancharon en un pleito en el que no tienen nada que ganar.El planteamiento de Ernesto Zedillo —el presidente de la transición democrática— es impecable: cada nueva reforma de la 4T es una regresión democrática que ha generado una nueva concentración del poder en la figura presidencial y un Estado cada vez más policíaco de la mano del Ejército. Lejos de dejarlo pasar, la Presidenta decidió engancharse contra el personaje que abrió el camino a la democracia en México. Le respondió con obviedades, descalificando a la persona en lugar de controvertir los argumentos y prometió dar a conocer las tripas del Fobaproa. Lo iba a hacer ayer y lo pospuso para hoy.El Fondo Nacional de Protección al Ahorro (Fobaproa) fue un mecanismo para salvar de la quiebra a la banca y, por lo tanto, evitar que se esfumaran los ahorros de los mexicanos. Es muy controversial y, en algunos casos, fraudulenta la forma en que se decidió la reestructuración de los créditos de los grandes deudores, que no son otros que los mismos grandes empresarios de siempre, pero evitar la pérdida del ahorro de la clase media fue una decisión correcta. Unos años más tarde, Argentina pasó por una situación financiera similar y en lugar de rescatar a los ahorradores crearon el llamado “corralito”, que no fue otra cosa que pasarle la factura de la crisis a la clase media.Muchos de los empresarios que hoy apoyan al Gobierno de Sheinbaum y de quienes apoyaron a López Obrador son los principales beneficiados del Fobaproa. No hay manera que esta discusión salga bien para la Presidenta.Zedillo jugó sus cartas sin nada que perder y la Presidenta Sheinbaum mordió un anzuelo en el que no tiene nada que ganar: no va a subir su popularidad (no puede estar más alta), no va a ganar poder, pues quienes se lo disputan están dentro de su mismo partido y no en la oposición, no va ganar el debate, pues en materia económica el presidente Zedillo tienen mucho más conocimiento y experiencia. El único resultado posible de todo esto es que se escuche más la voz del ex presidente. Eso es sin duda bueno para el país, aunque tampoco es que Zedillo, por sí solo, vaya a revivir a una oposición que sigue en coma.Ahora sí que como dice la canción, pero qué necesidad. Pero bueno, ya entrados en el tema, disfrutemos el debate y los dislates, que serán muchos.