El coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López, reapareció e insiste en que se le investigue y que está a disposición de las autoridades, una salida muy concurrida en la política mexicana porque saben que el control político de la justicia en este país es absoluto. Lo era antes y lo es ahora. Es claro que el ex gobernador de Tabasco no es responsable de los delitos que cometió su secretario de seguridad, lo que no está tan claro es hasta dónde el ex gobernador alentó, permitió o incluso se benefició de los delitos cometidos por su secretario, Hernán Bermúdez, el “Comandante H”.De lo que no hay duda es que el ex gobernador y ex secretario de Gobernación es responsable del nombramiento y de la descomposición de la seguridad en Tabasco. Digámoslo de esta manera. Si sabía de los nexos y a pesar de ello lo nombró encargado de la seguridad, es cómplice. Si no sabía y cuando supo no hizo nada, es un irresponsable. Si como gobernador y luego como secretario de Gobernación, nunca se enteró, a pesar de que ya circulaban informes de inteligencia sobre los vínculos del “H” con el Cártel Jalisco Nueva Generación, entonces es un perfecto inepto. Esto último es lo menos probable, pues ahora sí que estamos frente a un personaje de mucho colmillo.Dos más dos son cuatro aquí y en China. Basta sumar el número de asesinatos y de desaparecidos no localizados para dimensionar el tamaño de la tragedia que fue el paso de Adán Augusto y su operador de seguridad para el Estado de Tabasco. Mal llegaron Adán y el “Comandante H” al poder crecieron los homicidios y también las desapariciones. Bermúdez era conocido como el jefe de La Barredora. Las barredoras no son otra cosa que organizaciones de exterminio, sea de oponentes de otras bandas criminales o de personajes incómodos para la organización, como pequeños delincuentes que generan inestabilidad en la zona de control. La llegada de este combo a Tabasco resultó letal. No solo se incrementó el número de asesinatos y la criminalidad en el Edén, sino que aumentaron las desapariciones. Tabasco es considerado hoy un de los Estados de mayor incremento en desapariciones por la Red Lupa de Derechos Humanos que analiza Entidad por Entidad. No es coincidencia que la crisis comenzara justo en 2018 con la llegada de López Hernández al poder y Bermúdez a la Secretaría de Seguridad. Las operaciones del Cártel Nueva Generación en este Estado tienen que ver fundamentalmente con dos delitos: huachicol, ese que dicen que se combatió en el sexenio de López Obrador pero que en realidad solo se multiplicó, y tráfico de personas, fundamentalmente migrantes. Se calcula que por la llamada Casa Azul (que al parecer todos la conocen y saben dónde está menos las autoridades) pasaban entre 100 y 200 migrantes ilegales al día, mismos que pagan cuota por pasar.Si de algo es responsable Adán es de haber destruido el Edén. ¿Se benefició política o económicamente de ello? Esa es la pregunta que tiene que responde la Fiscalía, pero ya sabemos que Gertz vive en el sueño de los justos, una forma elegante de decir que vive en la siesta eterna.