*Pecados capitales en la vida social de hoy *Mil veces más divertida la vida de coctel que una boda *Guadalajara… ¿cosmopolita?Y hoy por hoy con sus cinco o seis millones de habitantes, esta gran ciudad dudo que sea más cosmopolita de lo que fue a fines del Siglo XIX y hasta los no tan remotos años sesenta y setenta del pasado Siglo XX… Sin dejar de ser “lo menos peor” en comparación con otras urbes nacionales no significa que podamos estar al nivel de las capitales europeas (las medianas al menos)… los grandes eventos sociales se circunscriben más que nada a bodas (eso sí, del género o sexo que sea) pero todas o la mayoría “igualitas… pero dizque diferentes…”¿Dónde han quedado los cocteles en esta ciudad? El vestirse para una cena o coctel de postín entre semana como antes sucedía lo vemos ya muy poco… por suerte grandes anfitriones como Fernando y Yolanda Albarrán cada que la ocasión lo permite siguen recibiendo por el gusto de recibir y para agradecer las atenciones siempre de manera impecable y ultra refinada… Lorenza Dipp por igual… siempre apoyando caudas culturales… Alejandro Gómez y Martha Collingnon hacen lo propio en un set bellísimo… Paty y Ana Rosa Gutiérrez Castellanos no de manera tan frecuente como antes, pero cada que pueden “abren salones”… teniendo hoy más que nunca una afluencia de visitantes internacionales a raíz de ferias comerciales o bien de algunos eventos internacionales, no se les ocurre dar una cena o coctel posterior… repito, lo dizque más les emociona, son las bodas… Y encima de todo se han vuelto muchas veces cursis (las fiestas… como invitados… ataviados de noche en plena canícula)… comentando con María Palomar Verea que llevó una intensa vida diplomática coincidimos en que así como sobran bodas y comuniones, restaurantes y centros comerciales… falta esa necesaria vida de salón para vestirse por el gusto de vestirse… para practicar la sobremesa… para dejar de lado el celular… para refrescar ideas… y para tomar y compartir con los amigos una buena copa de champaña… o buen vino.Durante nuestra larga estadía en Ciudad de México (20 años)… y en otros lugares del extranjero tomamos la costumbre de recibir en nuestro apartamento casi una vez por semana… y realmente la vida se hace más llevadera y alegre por el mero gusto de compartir y disfrutar a los amigos… qué tiempos aquellos cuando las señoras de “alto copete” recibían ciertos días a la semana… los martes por las noches los Palomar y Martínez-Negrete recibían todavía por los años treinta a cenar en su residencia de Av. Lafayette, las señoras de traje largo y los señores de frac… (el tuxedo vino después)… después una partida de bridge… o simple y buena conversación… si la llegada de bridge… o simple y buena conversación… si la llegada desbordada de la tecnología ya nos está rebasando… ¡Qué sucederá después!Entretanto y puesto que mucha gente ha perdido la brújula social… comenzamos aquí una serie de “pecados capitales”… que lo excluirían de inmediato, si no aquí, en otros países sí… “Jamás de los jamases pronuncié la palabra… Provecho o provechito”… Bueno, con esto por sí solo así sea la anfitriona puede estar dispuesta a empacar y cambiar de planeta… un simple movimiento de la señora de la casa entre los invitados al ella comenzar a probar la entrada sirve para indicar que se inicia la cena, ni decir que depende del menú depende también de la cubertería… no acaparar la conversación salvo que se lo insistan… y para dejar más temas para la próxima, no olvide sentarse a la mesa siempre con el saco puesto… y last… but no least… agradecer máximo un día y medio después de la invitación… En Guadalajara ya con que llamen al teléfono es un triunfo… lo ideal son unas flores… y sí, la comida, cena o coctel es en su honor, imperativo enviar a la anfitriona por la mañana o al medio día un bonito ramo de flores lo más frescas posibles… el mismo día del evento… Lo mejor para este 2018.
