Viernes, 26 de Abril 2024

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Dejar de culpar

Por: Guillermo Dellamary

Dejar de culpar

Dejar de culpar

Una pésima actitud en la pareja es estar señalando al otro como el culpable de lo que te pasa a ti. Es una inmadura manera de vivir una relación, al estar haciendo responsable de tu vida a los demás, en vez de asumir plenamente tus problemas.

Es una pena que existan tantas parejas tan conflictuadas con éste irrompible círculo vicioso de la culpa mutua, es una constante manera de atormentarse con el insistente empeño de señalar al otro, como la causa de tu dolor, tristeza, fracaso y todo cuanto se te ocurra de negativo en la vida.

Es llegar a creer, con plena convicción, que aquello malo que me pasa viene de afuera de mí, y sin duda, provocado por alguien que yo elijo. Acabando por ser yo la desdichada víctima de un maldito verdugo que me castiga con sus fechorías.

Consideremos algunas reflexiones:

A) El que culpa a su pareja de lo que le pasa, es una muestra de inmadurez. Cada quien debe ser responsable de sus propias ideas, actos y emociones.

B) El que culpa se hace de inmediato la víctima.

C) Culpar es una acusación muy seria como para tener pruebas y argumentos convincentes, de lo contrario es una calumnia.

D) Los que culpan a su pareja, no han aún perdonado los errores que ha cometido.

E) Al culpar exhibes tu deseo de controlar, someter o dominar al otro, tratándolo de hacer sentir culpable de algo que no tiene por qué asumir. La pareja sólo puede y debe aceptar que ha cometido errores y reconocerlos, para que en su momento pida perdón y repare lo que se pueda.

F) El que culpa cree que tiene el derecho y la justificación de estar enojado y malamente se permite reclamarle con agresividad. Y por eso mismo se da permiso de castigar y desquitarse con quien considera que es la causa de su sufrimiento y fracaso.

G) Al vivir culpando a su pareja de sus propios sufrimientos, no hace más que agravar la relación y disminuir la posibilidad de una sana solución que comienza con dejar de culpar a los demás de lo que sólo tú eres responsable.

En definitiva no hay que hacerles caso, lo que tampoco es una excusa para no asumir las propias responsabilidades. Pero tampoco te ATORMENTES ni creas esas culpas que no te corresponden. Ni trates de defenderte de ellas discutiendo, ni querer convencerlos de lo contrario, porque son más necios y orgullosamente firmes en echar culpas con tal de no ver hacia dentro donde está el verdadero origen del problema.

Tal vez algún día se dará cuenta que no hay más culpable que uno mismo. Y se llama responsabilidad.

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