Dentro de toda la polémica y los reclamos de líderes políticos, gobernadores, alcaldes, empresarios y automovilistas por las deficiencias en la distribución de hidrocarburos a través de pipas, que vino luego del cierre de los oleoductos de Pemex como parte de la estrategia contra el huachicoleo, hay dos coincidencias: una, de respaldo casi generalizado a esta decisión de enfrentar abiertamente, y como nunca antes, a estas mafias; y que termine cuanto antes el desabasto de combustibles, que aunque haya en existencia como dice el Presidente Andrés Manuel López Obrador, de nada sirve si no está a la venta en las estaciones de servicio.De hecho, todo el desgaste y las molestias causadas a la población con la escasez de gasolinas y diésel, así como los efectos colaterales en materia de transporte público, seguridad y actividades productivas, sólo podrá atenuarse si en el corto plazo se desmantela toda la red de complicidades que se fueron articulando a lo largo de décadas y que permitieron que este saqueo a la nación creciera como bola de nieve hasta alcanzar el año pasado ganancias ilegales por 60 mil millones de pesos.¿Hasta dónde llegó la trama de corrupción en el Gobierno federal y los altos funcionarios de Pemex junto con sus directivos, técnicos y empleados? ¿Hasta qué grado involucraron a mandos militares y marinos? ¿A gobernadores, funcionarios estatales y sus policías? ¿A alcaldes, empleados municipales y uniformados? ¿Quiénes fueron los gasolineros que le entraron a tan próspero negocio y cuáles los grandes empresarios de los más distintos ramos, que bajaron sus costos al adquirir energéticos robados? ¿Cuál es el cártel de narco-ordeñadores más fortalecido y en qué comunidades tienen sus bases sociales más amplias?Una investigación que llegue hasta las últimas consecuencias y que de verdad quiera terminar con la impunidad y la simulación que siempre hubo en esta trama corrupta, debe tocar a los personajes centrales en cada uno de estos círculos sociales para desactivar la enorme fuerza de fuego y corruptora que les han dado las estratosféricas ganancias del robo de hidrocarburos.De ahí la importancia de lo que pueda revelar el general Eduardo León Trauwitz, subdirector de Salvaguardia Estratégica de Pemex, quien según reveló el propio AMLO está en la lista de funcionarios que se empiezan a investigar por su presunta participación en la red de complicidades que protegían a los saqueadores.Este alto funcionario de Pemex fungió también como jefe de escoltas del expresidente Enrique Peña Nieto, cuando fue gobernador del Estado de México.Contra el área de Salvaguardia Estratégica de Pemex ya existían denuncias ante la Procuraduría General de la República que nunca prosperaron y de las que daremos cuenta mañana.jbarrera4r@gmail.com
