Si se lee entre líneas el anuncio, declaración, aviso o notificación que hizo el subsecretario Lopez Gatell sobre la terminación de las conferencias vespertinas en Palacio Nacional, encierra un mensaje - a lo mejor ‘sin querer queriendo’’- duro y a la cabeza a quien por la ‘madrugada’, en el mismo escenario, celebra las mañaneras. Las palabras de quien encabeza la sesión casi nocturna y quien nos ha mantenido informados (?) de la pandemia fueron: "La dinámica de la conferencia también obviamente llega a su punto de saturación, agotamiento...pensamos que ahora necesitamos tener otros instrumentos (medios de comunicación)”.Las palabras “saturación y agotamiento” no se sabe si llevaban una intención, le salieron espontáneas o lo traiciono el subconciente, porque la replica de conferencia que él ha venido encabezando, es una copia a la que su jefe -desde hace muchos años- celebra por las mañanas, y el efecto de estar ‘hasta el tope’ y cansados de la misma letanía pueden llevar un destinatario o fue un error de sentido común.La mañanera es la tribuna desde donde el presidente gobierna, agita a sus simpatizantes, fustiga a los adversarios, exhibe y ridiculiza a sus enemigos políticos, les responde a los críticos de los medios informativos y da órdenes a su gabinete. Es además es un mitin, un espectáculo y hasta un salón de clases donde se habla de historia y se promueve el turismo.Lopez Obrador en varias ocasiones ha ‘amenazado’ con “ya no vamos a tener estos encuentros...estas maneras porque hay más avance en la información, la mayoría de los medios en el país están cumpliendo con su responsabilidad de manera profesional, hay noticias ciertas, veraces, hay objetividad en los medios”. Esto lo dijo el pasado 28 de diciembre, pero desafortunadamente ese dia era Dia de los Santos Inocentes. Esa misma broma la hizo el mismo día en diciembre de 2018, cuando apenas comenzaba su administración.La mañanera, a la que ahora en su mayoría solo asisten medios digitales que trabajan para algunas ‘plataformas informativas’ y que tienen una agenda paralela al mandatario, se les conoce popularmente como ‘paleros’.La conferencia matutina, aunque aborda temas de interés nacional, ha perdido interés en los medios y en la ciudadanía por su repetitividad. Recientemente el periodico El Financiero realizó una encuesta que revela que la conferencia bajó de 49 a 37 por ciento, mientras que el 60 por ciento son de la opinión que se trata solo de proselitismo político a favor de su proyecto de nación. Por la “saturación y agotamiento” como lo calificó atinadamente Lopez Gatell, seria bueno que el huésped de Palacio Nacional reconsidere la celebración de las mañaneras, se modernice, se adapte a los nuevos tiempos y recurra a la nueva tecnología para llevar a cabo sus maratónicos monólogos, en lugar de ‘desmañanar’ a tanta gente que interviene en la producción de su ‘show’. ¿Usted, qué opina?daniel.rodriguez@dbhub.net
