La narración fílmica de “El mago de las mentiras” se dice estar sustentada en la realidad del mundo de las finanzas, donde todo ostenta su propia verdad hasta el momento que pierde valor y van a la ruina el causante, los cercanos y los confiados usuarios.Robert Redford es el actor principal del drama con simultáneo asomo a la comedia desde el origen humilde de aquel niño a quien el curso de acontecimientos proyectó a magnate. En el mundo de las finanzas, el nombre Madoff se convirtió en símbolo de utilidad, mismo que se trasladó a sumas cuantiosas en la empre financiera en la que participaban Ruth, su esposa y sus hijos con aparente disimulo provocado por la personalidad del jefe de la familia.El ambiente propició acceso a círculos exclusivos en la sociedad neoyorkina, rodeados de comodidad con usufructo del apellido familiar, hasta que la comunicación periodística sembró la duda sobre la honestidad. Las consecuencias públicas no se dieron espera y a cambio la desconfianza para el inicio de una investigación conducente a la verdad sobre causas y consecuencias para los ahorradores.La suma, nada despreciable finca 65 mil millones de dólares cuyo destino es incierto. Para Madoff fue un golpe certero con serias extensiones a sus colaboradores entre los que se contaban miembros de la familia, quienes no tardaron en reprochar la actitud del jefe a quien habían demostrado respetuosa obediencia.El derrumbe fue inmediato y los amigos desconfiaron inmediatamente llegando sus reproches a los miembros de la familia que voltearon al padre a quien habían obedecido y en ese contexto quedaban convertidos en cómplices y víctimas de su docilidad, como ocurre en muchas empresas familiares o no donde no se presta oportuno oído a la honestidad.Dios nos guarde de la discordia.
