Consigné aquí en mayo pasado que la aprobación fast-track en el Congreso del Estado para retrasar el inicio del proceso electoral local de septiembre a noviembre, más que por afanes de ahorro y austeridad que el líder de los diputados naranjas, Quirino Velázquez, usó como coartada, fue para que en la cúpula emecista local, que controla el gobernador Enrique Alfaro, ganaran al menos dos meses más de tiempo para limar asperezas, intentar hacer los acomodos y los acuerdos políticos internos para evitar una fractura ante la coyuntura inédita que les representa una sucesión gubernamental.Por las reacciones vistas esta semana luego de la publicación de una encuesta que vuelve a poner al alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus, como el único candidato que asegura una amplia victoria del partido Movimiento Ciudadano (MC), frente al aspirante más fuerte de Morena en la contienda del 2024 por la gubernatura de Jalisco, parece que las definiciones para la sucesión en el partido naranja siguen atoradas. Por las señales lanzadas, es claro que prevalecen las desconfianzas del círculo más cercano al gran elector naranja hacia Lemus, como se percibieron desde enero pasado, cuando luego del primer desayuno en Casa Jalisco entre los que se consideraban en aquel momento los finalistas por la candidatura, Lemus, Alberto Esquer y Clemente Castañeda, se publicó también en el periódico Mural una encuesta con resultados distintos y donde cuatro candidatos además de Lemus (Esquer, Castañeda, Verónica Delgadillo y Salvador Zamora) ganaban sin problema la elección. Cuatro meses después, desde el Ayuntamiento tapatío el equipo de Lemus interpretó la nueva encuesta como un reposicionamiento en las simpatías electorales del alcalde que lo fortalecen de cara a la contienda interna de MC. El munícipe tapatío llamó a su partido incluso a adelantar el proceso y definir candidato en máximo tres meses, con la advertencia que el no aceptará ningún “Plan B” que no sea la candidatura a gobernador en las eventuales negociaciones emecistas.En contraste, el mandatario estatal salió ayer a pedir que nadie “enloquezca” con las encuestas, en clara referencia a los pronunciamientos de Lemus, además de insistir que cualquiera de la y los cinco aspirantes naranjas a la candidatura a gobernador ganan la elección.Lo dicho, el tema de los equilibrios internos, de las lealtades y los proyectos futuros tienen atascado y sin salidas claras el proceso sucesorio en el partido en el poder en Jalisco. Siguen sin despejar la disyuntiva de dejar a Lemus, el mejor posicionado en las encuestas, pero al que siguen sin perdonar el haber llamado “arrastrados” a los que fueron a la marcha anti FIL en noviembre pasado, o tomar el riesgo de jugar con Clemente, Verónica, Alberto o Salvador, apostando todo a la estructura partidista aceitada por todos los municipios donde gobiernan y los hace la primera fuerza política en Jalisco. jbarrera4r@gmail.com
