Cualquiera que haya trabajado con papeles viejos sabe muy bien lo frágiles que son. Millones de documentos importantes se han perdido a lo largo del tiempo, hayan estado cuidados o no, por razones que van desde la humedad y los ratones hasta los incendios y las guerras. Afortunadamente, hoy en día las tecnologías digitales son incluso capaces de recuperar la escritura en manuscritos antiguos que no pueden ser leídos a simple vista debido a los daños, el deterioro o porque fueron borrados y sobreescritos, como es el caso de los palimpsestos.La Biblioteca Electrónica de Manuscritos Tempranos (EMEL), una fundación internacional de índole filantrópica, utiliza tecnologías de punta para hacer legibles y accesibles para los especialistas y el público en general las fuentes históricas. Así se recuperan documentos frágiles escritos hace siglos sobre pergamino, papiro o papel que contienen buena parte del legado intelectual, religioso y artístico de la humanidad.Tras identificar materiales importantes pero inaccesibles para los investigadores por razones geográficas, políticas o tecnológicas, se desarrollan los proyectos que posibiliten su estudio gracias a los medios digitales. En los trabajos participan bibliotecas, museos, universidades, investigadores y eruditos. Vale la pena echar un vistazo al portal de EMEL.*Uno de los proyectos importantes de EMEL en años recientes (de 2012 a 2017) es el del rescate de los palimpsestos del monasterio de Santa Catarina del Sinaí en Egipto, que ha funcionado sin interrupción durante diecisiete siglos y que tiene una de las bibliotecas más antiguas del mundo, con escritos que datan desde los primeros tiempos del cristianismo, pero también copias únicas de fuentes, sobre todo griegas, de la antigüedad clásica, como tratados médicos. Además de una gran mayoría de manuscritos griegos, posee colecciones importantes en latín, árabe, siriaco, arameo, georgiano y eslavón. Los documentos de la biblioteca del Sinaí han sido indispensables históricamente para el estudio de las Sagradas Escrituras, las obras de los tempranos Padres de la Iglesia y la evolución de la liturgia. También a través de ellos se ve la progresión de las técnicas de encuadernación a lo largo de los siglos; los instrumentos utilizados y los colofones a menudo permiten identificar los talleres donde se encuadernaban los documentos.Algunos manuscritos son espléndidas obras de arte, con capitulares doradas e ilustraciones multicolores, hechos en Constantinopla entre el siglo X y el XII, cuando la ciudad estaba en su apogeo como capital cultural y religiosa. Pero igualmente significativos son los humildes manuscritos del Sinaí, a menudo escritos en papel o pergamino reciclado y con toscas encuadernaciones entre tablas, pero que dan testimonio de la austeridad del monasterio y de las generaciones de monjes que han mantenido la devoción y la cotidiana actividad litúrgica a través de los siglos.El trabajo de rescate de los palimpsestos del monasterio de Santa Catarina ha logrado sacar a la luz, gracias al trabajo de los expertos y a la digitalización de alta calidad, las capas borradas donde se conservan textos nunca antes estudiados que datan desde el siglo IV hasta el XII. En internet puede leerse en detalle el desarrollo del proyecto.***http://emel-library.org/**http://www.sinaipalimpsests.org/
