Lunes, 06 de Mayo 2024

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Abstencionismo, el ganador

Por: Rubén Martín

Abstencionismo, el ganador

Abstencionismo, el ganador

Los resultados de las elecciones locales en seis estados de la república el domingo pasado, son leídos regularmente de acuerdo al cálculo electoral de los partidos contendientes y de las aspiraciones de los aspirantes a candidatos a los comicios presidenciales del 2024.

De esta lectura se ha destacado el triunfo del actual partido en el poder, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que se consolida como partido hegemónico en México al vencer en cuatro de los seis estados en disputa con lo que tiene el poder estatal en 22 de las 32 entidades federativas del país. El domingo pasado, Morena se quedó con las gubernaturas de Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo.

Le triunfo de Morena es leída como una ratificación del proyecto que encabeza Andrés Manuel López Obrador y de la llamada Cuarta Transformación, gracias a su discurso contra la partidocracia tradicional, el discurso anticorrupción y del despliegue de programas sociales.

Y aunque la alianza electoral de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) ganó en los estados de Aguascalientes y Durango, los resultados del domingo muestran que esta alianza de los partidos tradicionales está lejos de convertirse en un polo atractivo de oposición que arrastre a los críticos del lopezobradorismo y la 4T.

Los resultados de los comicios del domingo pasado también mostraron que el proyecto de oposición sin alianza de Movimiento Ciudadano (MC) también estuvo lejos de ser atractivo para los opositores a López Obrador y Morena. MC obtuvo entre 3 y 4 por ciento de los votos en cuatro estados y sus mejores resultados fueron en Aguascalientes con 6.9 por ciento y en Quintana Roo, donde obtuvo 13.1 por ciento, pero con un candidato recién salido de Morena.

Entre las lecturas más destacadas de los resultados del domingo pasado, se ha destacado que el gran derrotado es el PRI, pues si bien en alianza con sus antes adversarios PAN y PRD apenas ganaron dos gubernaturas, se observa un vaciamiento y debilitamiento progresivo esta organización política.

Y no sin razón, se ha destacado que el vaciamiento del PRI se corresponde con un fortalecimiento del ahora partido hegemónico, Morena. Pareciera que se da un traslape de liderazgos y bases electorales del priismo tradicional, hacia el nuevo partido gobernante.

En términos generales estas son las principales lecturas que se ha hecho de las contiendas electorales celebradas el domingo pasado en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo.

Pero uno de los aspectos políticos predominantes ocurridos el domingo casi no se ha destacado: el notable avance del abstencionismo. El promedio de participación en los seis estados fue de 46.13 por ciento.

Pero hubo estados donde el abstencionismo prácticamente alcanzo a dos de cada tres electores, como ocurrió en Oaxaca. La participación en este estado fue de 38.79 por ciento. En total estaban convocados a votar un diez por ciento del padrón nacional, once millones 692,209, de los cuales apenas votaron 5,393,616 y dejaron de votar 6,298,592 electores.

Habitualmente se ha asociado el abstencionismo con apatía o flojera de ejercer el derecho de elegir a los representantes de los poderes públicos. Con ligereza se asocia al abstencionismo con desinterés, desinformación y apatía. Como una renuncia a ejercer el derecho de votar. Pero en varias columnas he insistido en no renunciar a leer el abstencionismo como una decisión política consciente y que trata de mandar el mensaje de rechazo al sistema político vigente.

Entre la masa de abstencionistas que dejó de acudir a las urnas el pasado domingo hay sujetos políticos que están hartos de la partidocracia tradicional del PAN, PRI y PRD que durante décadas eran adversarios a muerte y proyectos políticos contrapuestos y ahora con un cinismo descarado se alían sólo para tratar de no dejar el poder y vivir del presupuesto. Entre los abstencionistas hay también críticos o desencantados del cambio prometido por Morena y su dirigente y que ahora ven cómo ese partido se encamina a ser el nuevo PRI.

Y entre los abstencionistas hay también quienes piensan que todos los partidos son lo mismo y que con independencia del color, toda la clase sólo busca el poder para beneficio personal, con honrosas excepciones que no inciden en la conformación general del sistema político. En la suma de todas las razones que explican el alto abstencionismo del domingo pasado, se expresa un profundo rechazo a todos los partidos y al sistema político en su conjunto.

Rubén Martín

rubenmartinmartin@gmail.com  

@rmartinmar

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