La iniciativa que anunció el lunes el Presidente Andrés Manuel López Obrador para desaparecer los Órganos Constitucionales Autónomos (OCA´s) es la culminación de toda una estrategia de exterminio a esos contrapesos que empezó desde el día uno de su Gobierno, por los límites que le representan a sus afanes autoritarios.El líder de la 4T no concibe que existan instituciones que estén fuera de la subordinación del poder que representa y a los que tenga que rendir cuentas. Por eso quiere desaparecer, entre otros, a organismos como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) como lo hizo en cuanto llegó al poder con el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) para pagar el apoyo electoral que le brindó la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el sector más retrógrado del magisterio en México. Desde el inicio de su sexenio, López Obrador desplegó toda una campaña de desprestigio contra los OCA´s, incluido el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), que representan conquistas de organizaciones de la sociedad civil por las que se luchó por décadas para poner freno a los abusos de gobiernos opacos y autoritarios, que abrieron la posibilidad de la alternancia democrática de la que él y su movimiento resultaron favorecidos.Para el Presidente, lo dice una y otra vez desde su púlpito mañanero como lo repitió el lunes, estas instituciones nunca fueron autónomas ni sirvieron al pueblo sino que fueron creadas por los gobiernos neoliberales para defender a las minorías. Las condena además por considerar que lejos de combatir la corrupción, la propiciaron por todos sus despilfarros y excesos. Curiosamente esa narrativa se vuelve inconsistente y selectiva en el caso de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que su gobierno capturó con la imposición fraudulenta de Rosario Piedra Ibarra, que hirió de muerte la independencia, credibilidad y autoridad moral de este organismo, al que no cuestiona sino que defiende.Si bien este y otros OCA´s tenían mucho que mejorar y era deseable un revisión para corregir ineficiencias y sancionar dispendios, lo que es inadmisible es permitir su desaparición por el sólo motivo de incomodar al poder. Por eso habrá que estar muy alertas para que esta última embestida del Presidente contra los organismos autónomos quede sólo en intento y se contenga en el Congreso como afortunadamente pasó cuando intento hacerse un INE y una Suprema Corte de Justicia de la Nación a modo. Que sólo quede, como dijo el propio AMLO el lunes, en un intento de reforma que le sirva para “dejar constancia” que los OCA´s “están mal” y no quiere ser cómplice.jbarrera4r@gmail.com
