Crece la tensión entre mentor y discípula. Mientras la virtual Presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, salió a decir el lunes luego de comer en Palacio Nacional con Andrés Manuel López Obrador que acordaron generar una amplia discusión y parlamento abierto antes de llevar la reforma del Poder Judicial a la nueva Legislatura federal con mayoría calificada de Morena y aliados, ayer en la mañanera se matizó esa socialización pactada y aunque reconoció que se harán esos foros de diálogo, insistió que la reforma debe ir en septiembre.No le importó que apenas 24 horas antes, desde su mismo púlpito presidencial, asegurara a pregunta expresa que no iba a pedirle, y mucho menos a presionar a Sheinbaum para sacar la reforma al Poder Judicial, que forma parte del paquete de 18 iniciativas para hacer cambios constitucionales en cuanto entre la aplanadora morenista a la Cámara de Diputados en dos meses y medio.“Yo creo que podría hacerlo el nuevo Congreso, en septiembre que es el mes de la patria, en septiembre ya podría hacerse”, soltó López Obrador.Pero no sólo eso, el Presidente también dejó ver de manera implícita que le parece innecesario el parlamento abierto que desde la semana pasada había sugerido la primera mujer que será presidenta de este país, cuando afirmó que la reforma “urge” y que no hay necesidad de posponer los cambios para poder elegir por medio del voto popular a ministros, magistrados y jueces. Seguramente con todas las críticas y descalificaciones que ha lanzado a la primer ministra presidenta también del Poder Judicial, Norma Piña, desde que asumió el 1 de enero de 2023, y con el debate que eso generó, a él le basta: “Ya se sabe lo suficiente porque se ha venido informando, a ustedes les consta, de cómo hay mucha corrupción en el Poder Judicial, está secuestrado, tanto por la delincuencia organizada como por la de cuello blanco; y no está el Poder Judicial al servicio del pueblo, jueces, magistrados, ministros, no imparten justicia (…) yo quiero cumplir con mi responsabilidad, sí estoy convencido de que hace falta, para lograr una sociedad mejor, que haya un Poder Judicial integro, honesto, que represente al pueblo de México y no a una facción”.Así, un Presidente saliente que, evidentemente, quiere seguir marcando la pauta hasta el último día de su Gobierno. Que poco disimula que quiere dejarle la ruta marcada a su sucesora, más allá de las muestras de afecto expresadas cuando la recibió a las puertas de Palacio Nacional.Así que habrá que ver qué estrategia de desmarque implementa Sheinbaum para seguir tratando de combatir el nerviosismo de los mercados, que ante las dobles señales que reciben, dudan que pueda sacudirse la sombra del tabasqueño que siente como suyos los 35.9 millones de votos que sacó ella el domingo 2 de junio.jbarrera4r@gmail.com