Es cuestión de revisar, caso por caso, la historia de los equipos que alguna vez tuvieron plaza en la Primera División y que luego la perdieron e incluso terminaron por tirar el arpa, para constatar que la Comisión de Desarrollo Deportivo de la Federación Mexicana de Futbol puso el dedo en la llaga al soltar la versión que ha sido “el tema” de los últimos días: la posibilidad de suprimir ascensos y descensos durante cuatro años para modernizar el esquema actual de los mismos.*De los cuadros que Guadalajara ha tenido en el circuito grande, el Guadalajara es el único que, aunque ocasionalmente ha sentido la lumbre en los aparejos y dos veces comprobó en carne propia que el juego no es tan fácil como parece —cuando arrendó por diez años la franquicia a Salvador Martínez Garza y cuando sus accionistas vendieron sus derechos a Jorge Vergara—, no ha pasado por la traumática experiencia del descenso.El Atlas la ha vivido en tres ocasiones (lo que demuestra que se quedó corto el autor del aforismo de que “el hombre es el único animal que se tropieza dos veces con la misma piedra”), y también terminó por vender la franquicia.*La Universidad Autónoma consiguió el ascenso en la cancha, y aunque logró un campeonato, sus finanzas la obligaron a deshacerse del juguete. La de Guadalajara llegó la primera vez mediante la compra de una franquicia (la del Torreón), y en la segunda sólo le duró el gusto una temporada.El Oro-Jalisco tuvo varios dueños (Martínez Sandoval, Torné, Lloret y socios, Urzúa y el Sindicato Azucarero) en una historia d e la que sólo queda el recuerdo. El Nacional tuvo sus años de relativo esplendor en manos de los hermanos Magaña, y languideció en las de Silva Romero.*Al final de todas esas historias se decidió que la plaza sólo da para dos equipos… aunque llegó a tener cinco. En la Ciudad de México, a cambio de las alzas de “Pumas” y Cruz Azul hubo las bajas de los tradicionales Atlante y Necaxa. Los alrededor de 20 equipos que ascendieron y después abandonaron (Zacatepec, Tampico, Irapuato, Zamora, San Luis, Unión de Curtidores, Potosino, Cobras, Ciudad Madero, Correcaminos, La Piedad, Toros-Neza, Atletas Industriales, Atletas Campesinos, Cuernavaca, Oaxtepec…) dan la razón a Goethe: “No todos los caminos están hechos para todos los caminantes”.
