Una vez que se ha entrado plenamente a la llamada “Nueva Normalidad” —algo que todo mundo entiende... aunque pocos sabrían definir—, es inevitable poner un ojo al gato (la Liga doméstica) y otro al garabato (la Champions League)...*Ya no se discute: la Champions, por méritos propios, se ha convertido en el torneo más atractivo y más prestigioso del mundo, en el más popular de los deportes...La disputan los mejores clubes de las mejores ligas del planeta. Los campeonatos locales hacen las veces de eliminatoria, y conforme se avanza en las fases decisivas, a partir de que quedan 16 sobrevivientes, se admite que difícilmente podrían confeccionarse —y, sobre todo, reunirse en la misma competencia— otras tantas selecciones nacionales de tan alto nivel.De ahí se pasa, casi naturalmente, a la conclusión de que ni siquiera en la Copa del Mundo puede alcanzarse el nivel futbolístico habitual de la Champions... con el agravante de que ésta se disputa anualmente, y aquélla apenas cada cuatro años.*La edición en curso será recordada por mucho tiempo, principalmente por dos particularidades: haber concentrado las tres últimas etapas (cuartos de final, semifinales y final) en una sola sede —Lisboa— y a un solo partido, a causa de la pandemia que trastornó al mundo..., y haber sepultado, bajo una losa en que se inscribió la lápida ominosa de un 8-2 adverso ante el Bayern Munich, una época gloriosa: la que tuvo al Barcelona de Leo Messi como protagonista.Decían Los Simpson que “Las tradiciones se hicieron para romperse”. Si esa sentencia se cumple, habría que agregar una particularidad más a la edición 2020 de la “Champions”: el inicio de la era del París Saint-Germain.Eso, claro, en el supuesto de que los parisinos demuestren, el domingo, ante el Bayern Munich, ser los nuevos “galácticos”, en una competencia que enfrentará a dos escuelas, a dos constelaciones de estrellas... y a dos modernas versiones del Rico McPato: los grandes capitales que fungen como las manos que mueven la cuna en las ligas (italiana, española, francesa, inglesa y alemana) más importantes del mundo.*Es probable que las casas de apuestas hagan favorito al Bayern —por aquello de que “...al final ganan los alemanes”—, aunque nada garantiza que así vaya a suceder. Sí, en cambio, que se verá el mejor futbol posible en estos tiempos.
