¿Qué sucedió ahí…? Los problemas que tuvieron “Tigres”, Tijuana y Guadalajara en algunos de sus recientes compromisos de la Liga de Campeones de la Concacaf, ante adversarios estadounidenses y canadienses prácticamente desconocidos —la única relativa excepción sería el New York Red Bulls por el que han pasado, ya en el ocaso de sus carreras, figuras como Thierry Henry y Rafael Márquez— en el ancho mundo del futbol, ¿deben interpretarse como indicios de que, de manera intempestiva, los enanos empezaron a crecer?*Por supuesto, no hay motivos para suponer que el futbol mexicano ha venido a menos, ni que los equipos que lo representan en ese torneo internacional no lo tomen en serio y se expongan, por ende, a sufrir contratiempos como justa y lógica penitencia por el pecado de la suficiencia…Por poner un caso concreto, Ricardo “Tuca” Ferretti, técnico de los “Tigres”, ha modificado radicalmente su discurso: si antes menospreció esas competencias, ha terminado por aceptar que las mismas constituyen uno de los pocos escalones que el futbol mexicano puede aprovechar para darles rango internacional a sus equipos… especialmente desde que se canceló la ruta de la Copa Libertadores.*Resulta chocante tener que admitirlo, pero el nivel futbolístico de los equipos mexicanos se ha acrecentado merced a las reglas que han flexibilizado la limitación de jugadores extranjeros —que fue, históricamente, de tres por equipo en la cancha— y favorecido la incorporación en masa de jugadores importados. Y no sólo por la cantidad, sino porque entre los extranjeros han llegado varios de cartel y jerarquía indiscutibles: muchos de ellos son seleccionados nacionales en sus países de origen.*La participación de Estados Unidos en los recientes campeonatos mundiales ha sido mucho más llamativa y más fructífera que la de las representaciones mexicanas en los primeros torneos de ese rango. Aunque es relativamente joven, la Liga norteamericana ha marchado con más solidez que la mexicana, a despecho de que ésta, por los años que lleva de vida, bien podría ser su abuela.Hay que reconocer, en suma, que cuando en Estados Unidos se dieron los pasos orientados a sembrar la semilla del futbol —un deporte exótico en un país que lo menospreciaba por haber inventado disciplinas como el beisbol, el basquetbol y el futbol americano—, las cosas se hicieron con seriedad, con profesionalismo incuestionable… y que los frutos están a la vista.