Alguien dijo que “si los envidiosos volaran, nos taparían el Sol”…Así, en el plan de demeritar la conquista de la flamante Leagues Cup, la noche del miércoles, por parte del Cruz Azul, no faltará quien diga que “Pa’l mal cazador, cualquier lagartijo es pieza”.Sin embargo, es de elemental justicia reconocer, primero, que los “Cementeros” ganaron de manera legítima ese certamen, de conformidad con el reglamento de competencia. Y después, que la seriedad con que participaron en él, alineando en la final a sus mejores hombres y realizando un encomiable trabajo colectivo ante uno de los cuadros más ganadores -es el actual campeón, sin ir más lejos- y más calificados de los últimos años en México, debe interpretarse como señal de que los afanes de sus dirigentes y jugadores por reverdecer los laureles que desde hace dos décadas se marchitan en sus vitrinas, van más allá del discurso.Tangencialmente, así como en días pasados se especuló sobre las medidas que tomaría la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol con respecto a la forma en que Alexis Vega festejó su gol en la victoria del Guadalajara sobre el Atlas, habrá que ver, ahora, si se sanciona a Nahuel Guzmán por su alevosa agresión a Edgar Méndez, casi al final del encuentro.Por tratarse de un torneo binacional, de reciente creación, hay la duda acerca de cuál pudiera ser el organismo que pudiera (o debería) aplicar la sanción que amerita una conducta tan reprobable como la del arquero de los “Tigres”.De entrada, la propia directiva de su equipo debería tomar cartas en el asunto, considerando que se identifica a los “Tigres” con una institución -la Universidad Autónoma de Nuevo León- que promueve valores en los que no encajan bajezas como la de Nahuel. Éste, a cambio de las reiteradas muestras que ha dado de ser un excelente futbolista, también ha dado varias de ser un mal deportista.Nada que ver, por ejemplo, con la grandeza que promueve el himno del Real Madrid (“Enemigo en la contienda, / cuando pierde da la mano, / sin envidias ni rencores, / como bueno y fiel hermano”). Nada que ver con el “Fair play” que la FIFA ha erigido en consigna o con el “juega limpio…”, etc., que se ha convertido en bandera y se recuerda antes de cada partido de la Liga MX.Así que…
