Durante años ha circulado la creencia de que comer queso antes de ir a la cama podría provocar sueños extraños o incluso pesadillas. Aunque suene a superstición, diversos estudios científicos han explorado esta posibilidad, analizando los efectos que los lácteos (especialmente el queso) pueden tener sobre la calidad del sueño y el contenido onírico.La relación entre el consumo de queso y las pesadillas ha sido tema de conversación desde hace generaciones, particularmente en países donde el lácteo es parte habitual de la cena. Sin embargo, la ciencia aún no ha encontrado una conclusión definitiva.Una de las investigaciones más conocidas sobre este tema fue realizada por el British Cheese Board en 2005. Aunque el estudio no fue publicado en una revista científica revisada por pares, incluyó a 200 voluntarios que comieron diferentes tipos de queso antes de dormir. Los resultados mostraron que el tipo de queso parecía influir en los sueños, aunque no necesariamente provocaba pesadillas. Algunos participantes reportaron sueños vívidos o extraños, pero no negativos.El queso contiene triptofano, un aminoácido que contribuye a la producción de serotonina y melatonina, sustancias que regulan el estado de ánimo y el ciclo del sueño. En teoría, esto podría ayudar a dormir mejor. No obstante, el queso también es rico en grasas y proteínas, lo que puede hacer más lenta la digestión si se consume justo antes de acostarse, y esto sí puede interferir con la calidad del sueño.Además, algunos quesos curados contienen tiramina, una sustancia que puede estimular la liberación de norepinefrina, un neurotransmisor relacionado con el estado de alerta. Esta estimulación del sistema nervioso podría dificultar el descanso profundo y favorecer sueños más intensos o agitados.Según expertos en medicina del sueño, comer alimentos pesados, ricos en grasa o muy condimentados antes de dormir puede alterar el descanso y provocar sueños inusuales, aunque no necesariamente pesadillas. El doctor Patrick Fuller, neurocientífico del Beth Israel Deaconess Medical Center, ha señalado que cualquier alimento que afecte la digestión o los patrones de sueño puede influir indirectamente en la actividad onírica.Por ello, el queso (como otros productos lácteos) no debería consumirse en exceso justo antes de ir a la cama, especialmente en personas con digestión sensible o antecedentes de mal descanso.Para mantener un sueño reparador y reducir la probabilidad de tener sueños desagradables, los especialistas recomiendan:Aunque no hay evidencia sólida que confirme que el queso cause pesadillas, su composición podría afectar el sueño en algunas personas, especialmente si se consume en grandes cantidades o muy cerca de la hora de dormir. Escuchar al cuerpo y prestar atención a cómo responde al consumo de ciertos alimentos es clave para garantizar un descanso saludable.BB