Una alimentación equilibrada favorece a un estado de salud óptimo. Incluir la mayor cantidad de alimentos es importante porque otorga equilibrio y existe uno que es una bomba respecto a sus propiedades: hablamos del ajo. El ajo es una planta perteneciente a la familia Allium (cebolla) y está estrechamente relacionada con las cebollas, los chalotes y los puerros.Las propiedades del ajo crudo son antibióticas, hipocolesterolemiantes, antivíricas y antioxidantes. Se cree que al consumirlo disminuye riesgos cardíacos, y enfermedades causadas por hongos, virus o bacterias.No obstante, es importante evitarlo en personas con alergia, intolerancia o presión baja.El ajo puede presentarse ya procesado, en aceite, cápsulas o seco. Sin embargo, el ajo crudo tiene más actividad que los extractos hervidos o preparados, puesto que durante el procesamiento muchas de las propiedades se pierden. Lo que se consume del ajo crudo son los dientes que forman la raíz bulbosa. Se debe pelar la cascarilla que lo cubre, y partirlo en pequeños fragmentos para proceder a la preparación.La Agencia Federal Alemana de la Salud indica que la dosis es de 4 gramos diarios, que equivale a diente y medio de ajo.El ajo crudo es conocido por su sabor fuerte, pero precisamente este sabor es el que otorga muchos de los beneficios, y desaparece al cocinarse. Para disimular el sabor se puede integrar a diferentes platillos culinarios.Si se prefiere el consumo en crudo, se deben partir los dientes de ajo indicados en fragmentos de 3 centímetros de largo, y comerlos completos con ayuda de un vaso de agua. El ajo crudo causa mal aliento que puede durar hasta 24 horas, causado por los componentes azufrados de la planta. Para refrescar el aliento después de consumirlo, se pueden masticarse hojas de hierbabuena.Para hacer más efectivo su consumo, se recomienda la ingesta en ayunas.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *OA
