La retención de líquidos, también conocida como edema, ocurre cuando el organismo acumula un exceso de agua en los tejidos, provocando hinchazón y sensación de pesadez, especialmente en pies, tobillos y manos.Aunque esta condición puede deberse a múltiples factores, desde alteraciones hormonales y problemas circulatorios hasta el sedentarismo o la ingesta excesiva de sal, nuestra alimentación juega un papel fundamental en su prevención y alivio.Aunque muchas veces se asocian con momentos de diversión y descanso, especialmente en verano, las bebidas alcohólicas no son aliadas de la salud, y mucho menos si buscas combatir la retención de líquidos, pues el consumo de alcohol puede favorecer la acumulación de líquidos, sobre todo en el área abdominal y en las extremidades inferiores. Si bien una copa de vino ocasional no representa un gran riesgo, el consumo excesivo de cócteles, cervezas o licores fuertes no solo retiene líquidos, sino que además incrementa la cantidad de azúcar en el organismo.Los aperitivos procesados como papas fritas o nachos, aunque tentadores, suelen estar cargados de sal, lo que intensifica la retención de líquidos. Además, al ser tan sabrosos y adictivos, es fácil consumir más cantidad de la recomendable. Si necesitas algo para picar entre comidas, es mejor optar por opciones más naturales como frutos secos sin sal o semillas.El azúcar está presente en numerosos productos industriales, y su consumo excesivo dificulta que el cuerpo lo procese y lo elimine adecuadamente. Para reducir sus efectos negativos, lo mejor es sustituir el azúcar blanco por alternativas más saludables como la miel, la estevia o incluso especias como la canela, que también aportan dulzor de forma natural.Los productos cárnicos procesados suelen tener un alto contenido de sodio y grasas saturadas, factores que favorecen la retención de líquidos. Aunque su sabor sea atractivo, embutidos como el jamón, las salchichas, el chorizo o el fuet no son recomendables si quieres mantener una buena salud circulatoria y renal.El consumo frecuente de alimentos elaborados con harina blanca, como pizzas, galletas, pastas o pan, puede contribuir al aumento de peso y a la retención de líquidos. Estos productos se acumulan en el organismo y pueden afectar la función renal. Como alternativa, se sugiere incorporar harinas integrales y acompañarlas con infusiones naturales que favorezcan la eliminación de líquidos.Muchos productos listos para calentar o congelados contienen altos niveles de sodio y conservadores, lo que contribuye al desequilibrio hídrico del cuerpo. Al abusar de la sal, estos alimentos afectan la capacidad del organismo para eliminar líquidos de manera natural. Siempre que sea posible, elige preparaciones frescas y caseras.NA