La sandía se trata de un fruto jugoso de gran tamaño que es reconocido por su interior color rojo salpicado por sus semillas negras, marrones o blancas. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en México la hemos adoptado como una fruta nacional, pues posee las mismas tonalidades de la bandera, por lo que es considerada un símbolo de identidad cultural.Aunque su pulpa roja y sus semillas la hacen inconfundible, algunas piezas suelen presentar marcas en la cáscara o en el interior que generan dudas sobre su estado en los consumidores.Una de ellas son las manchas blancas, que pueden aparecer tanto por fuera como por dentro de la fruta ¿Qué son exactamente y afectan su calidad? A continuación, te lo explicamos.Las manchas blancas de la sandía pueden tener distintos orígenes según su ubicación. Si aparecen en el exterior de la cáscara, son generalmente áreas donde la fruta estuvo en contacto directo con el suelo durante su crecimiento.Estas marcas, conocidas como manchas de campo, son normales y no indican que la fruta esté mala. De hecho, una mancha blanca o amarilla en la base puede ser un buen indicador de que la sandía maduró correctamente en la planta.Cuanto más grande y dorada sea esa mancha, más tiempo permaneció la sandía madurando al sol.Por otro lado, si las manchas blancas se encuentran en el interior de la fruta, pueden deberse a varios factores: desde una variación genética, hasta condiciones específicas durante su cultivo, como la falta de nutrientes o problemas con la polinización.En algunos casos, estas manchas blancas internas son simplemente partes de la pulpa que no se desarrollaron completamente. Si no tienen mal olor ni sabor extraño, no representan un riesgo para la salud, aunque pueden alterar ligeramente la textura.Son pura agua: La sandía está compuesta en un 92% por agua, lo que la convierte en una excelente opción para hidratarse en días calurosos. Además, contiene electrolitos naturales como el potasio.De origen africano: Aunque se cultiva en todo el mundo, la sandía tiene su origen en África, donde crecía de forma silvestre hace más de 5 mil años. Desde allí se extendió a Europa y Asia.Variedades sin semillas: Si bien las semillas negras son tradicionales, hoy existen sandías sin semillas, producto de cruces genéticos naturales que no implican modificación genética.La cáscara se come: En algunos países asiáticos, la parte blanca de la cáscara se cocina en guisos o se fermenta. Es rica en fibra y nutrientes como la citrulina.Sandías cuadradas: En Japón se cultivan sandías en moldes cúbicos para facilitar su transporte y almacenamiento. Son más caras, pero llaman mucho la atención por su forma inusual.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *MB