Aún quedan días de Cuaresma y el consumo de pescado es todavía muy fuerte, pero hay que tener cuidado, porque uno en especial podría albergar más bacterias y parásitos.El salmón es uno de los pescados más consumidos en la actualidad. Se sabe que es rico en ácidos grasos omega-3, proteínas, vitaminas y minerales, pero también ha generado preocupaciones debido a la posible presencia de parásitos, bacterias y contaminantes en su carne.Las ventajas y desventajas de su consumo dependen de su origen. Por ejemplo, la producción de salmón se divide en dos fuentes principales: los capturados de forma natural y los criados en piscifactorías.Según datos del sitio especializado en información médica WebMD, aproximadamente el 72% del salmón que consumimos proviene de criaderos, pero esto puede disminuir su calidad.De acuerdo con información del Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia, en regiones como Chile, uno de los principales problemas del salmón criado en piscifactorías es la propagación de enfermedades parasitarias e infecciones, provocadas por la alta densidad de peces enjaulados. Ello afecta tanto al medio ambiente como al bienestar del consumidor.Para prevenir estas enfermedades, se utilizan antibióticos y antiparasitarios en dosis altas, lo que podría representar un riesgo para la salud humana. Además, se ha demostrado que el salmón de criadero suele tener mayores niveles de grasas saturadas debido a su dieta modificada.Por otra parte, la organización ambiental canadiense Living Oceans menciona -en una publicación sobre las piscifactorías del salmón- que debido a la falta de una dieta silvestre, se añaden colorantes naturales y artificiales al alimento del pez para darle un tono más atractivo.Según esta misma institución, el salmón salvaje es más nutritivo que el de criadero porque contiene mayores niveles de vitaminas D y A. En cambio, el producido en piscifactorías puede acumular cantidades altas de toxinas como el PCB, compuesto dañino que también está presente en materiales como el amianto.Si bien los beneficios del salmón capturado de forma natural son significativos, hay varias consideraciones que se deben tener durante el consumo.A diferencia del salmón criado en cautiverio, el salmón capturado en su hábitat tiene como beneficios un bajo nivel de dioxinas y un menor riesgo de contaminación por agentes carcinógenos.Aun así, el portal especializado WebMD indica que existe el riesgo de que este pez contenga residuos plásticos si el entorno donde vive se encuentra contaminado.Los animales de los que se alimenta (como los camarones y las anchoas) también pueden ingerir dichos componentes, lo que contamina al salmón indirectamente. Y al consumir mariscos con restos de plástico, el ser humano podría enfermarse.Independientemente del origen del pescado, el procesamiento y su almacenamiento incorrecto pueden favorecer la multiplicación de bacterias dañinas y causar intoxicación alimentaria mediante su consumo.Entre los parásitos más comunes que pueden vivir en el salmón natural se encuentran: Anisakis, que puede provocar dolor de estómago, náuseas y vómito; y Diphyllobothrium, que puede contribuir a deficiencias de nutrientes, pérdida de peso y problemas digestivos.Global Seafoods, especialistas en comercio e información de mariscos y pescados, recomienda congelar el salmón a -20 °C durante mínimo 7 días cuando se desea consumir crudo.De igual manera, sugiere que las mujeres embarazadas, los niños, las personas mayores y aquellas con sistemas inmunológicos debilitados eviten comer este tipo de pescado si cocinar.Para asegurar tu salud y disfrutar del salmón de manera segura, te compartimos estas recomendaciones:Consumir salmón de manera responsable te permitirá aprovechar sus nutrientes, incrementando sus beneficios para la salud.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *OA