Hoy, 3 de mayo, el majestuoso paisaje de Tequila, Jalisco, vuelve a encenderse con la llegada de Akamba 2025, el festival que celebra la música, el arte, la tierra y la conciencia colectiva. Presentado por Cuervo Tradicional, Akamba no sólo destaca por su curaduría musical —con artistas como CamelPhat, WhoMadeWho, Overmono, Jimi Jules, Satori y Hercules & Love Affair— sino por su profunda apuesta por la sostenibilidad como eje central de su producción.En su sexta edición, Akamba refuerza su compromiso con el entorno natural que lo acoge: los campos de agave azul, patrimonio de la humanidad por la UNESCO, que no sólo sirven de escenario, sino que inspiran una visión más consciente de cómo habitar y celebrar estos espacios.Desde su concepción, Akamba entiende que ser sustentable va más allá de reducir residuos: implica rediseñar procesos desde la raíz. De la mano de Vuelco y otras agencias especializadas, el festival adopta una lógica colaborativa donde cada decisión —desde los materiales hasta la movilidad— tiene un objetivo claro: reducir el impacto ambiental y construir una comunidad más responsable.“El verdadero reto está en lo que no se ve”, explica Lú Araiza, cofundadora de Vuelco. “Por eso trabajamos en una estrategia integral que prevenga, mitigue y transforme el impacto de cada edición”. Entre las acciones destacadas están:Uno de los pilares de esta edición es el punto de hidratación gratuito, diseñado por Sabio Company, que evitará el uso de miles de botellas de plástico. El sistema está conectado a un pozo cercano y utiliza filtración de sedimentos y carbón activado para ofrecer agua potable de alta calidad. Se espera una capacidad total superior a 6,600 litros, promoviendo el uso de termos personales entre los asistentes.La movilidad también forma parte de la estrategia sostenible. Akamba impulsa el uso de transporte compartido, así como el Akamba Express, un tren que conecta Guadalajara con Tequila, brindando una experiencia segura, divertida y de bajo impacto ambiental. También se ofrecen autobuses oficiales para facilitar la llegada sin necesidad de vehículos individuales.Este año, Akamba seguirá midiendo su impacto en términos de residuos y emisiones por persona, con el fin de identificar áreas de mejora y avanzar hacia un modelo más consciente y regenerativo. La sostenibilidad aquí no es una meta final, sino un proceso de rediseño constante.Akamba 2025 es una invitación a celebrar, sí, pero también a cuidar. A imaginar un futuro en el que la música y la tierra coexisten con respeto. Y a recordar que cada paso cuenta, especialmente cuando se baila con propósito. MR