No fueron necesarios más que unos cuantos segundos de su presencia en el escenario para confirmar que es una leyenda viva. Napoleón, que regresó a Guadalajara por su gira "Vive por siempre", ofreció un concierto de lujo en el Auditorio Telmex, haciendo gala, en cada canción, en cada estrofa y verso, por qué es y será uno de los cantautores más grandes que se han dado en México. Iniciando la noche con una reverencia al público, el Poeta de la canción, vestido de saco, y acompañado por el gran ensamble sinfónico de la Orquesta Metropolitana de Guadalajara, arrancó el concierto con "Leña verde", "Corazón bandido" y "Amor de habitación". El escenario era un juego de luces, y los violines, el piano y los vientos eran el acompañamiento perfecto para la poderosa voz de un maestro que, desde hace 54 años, ha dedicado su vida al canto y a la poesía de la música. "Guadalajara de mis amores, Guadalajara querida, siempre vuelvo a ti. Siempre es maravilloso estar con todas ustedes, con todos ustedes", dijo Napoleón. "Me debo a ustedes, y aquí estoy con todo mi corazón para cantarles estas canciones. Algunas ya son muy viejitas, pero aquí estamos para cantárselas a ellas, que son lo más hermoso de nuestras vidas. Guadalajara, espero que no tengan nada mejor que hacer durante la siguiente hora y media, porque soy suyo"."De vez en vez", "Celos" "Después de tanto" y "Lo que no fue no será", fueron éxitos que el público, conmovido y emocionado, coreó con entusiasmo. Era notable el cariño de la audiencia a su ídolo, y el agradecimiento del cantante a sus fanáticos.El público, conformado por expertos en el repertorio del cantante, desde adultos mayores, señoras felices, esposos de muchos años, e incluso una audiencia más joven con la que Napoleón ha logrado conectar -confirmando que su música ha trascendido la barrera de las generaciones-, cantaron y corearon las canciones clásicas sin las que no pueden entenderse una de las facetas musicales más importantes de México. "Me siento muy feliz de poder verlo", comentó la señora Graciela, de 65 años, acompañada de su hija, y que a pesar de la silla de ruedas estaba por completo entregada a la noche junto con su ídolo. "Es una leyenda, es de los mejores cantantes que tenemos"."Ella se llamaba Martha", "Cuando se pierde un amigo", "Sin tu amor" y "Hombre" fueron otros grandes éxitos que desataron los gritos en el público. La noche concluyó con una de sus baladas más grandes, un himno a la vida, un agradecimientopor el mero hecho de existir: "Vive". El acompañamiento de la orquesta llegó a su punto máximo. Entre el público, algunos ojos resplandecían de lágrimas. "Guadalajara, qué hermosa ciudad, y qué hermosísima gente", se despidió el Poeta de la canción, de nuevo con una entregada reverencia a su público. YC
