Lo que te complica no son los celos, sino esa imaginación desbordada que transforma cualquier detalle en una historia trágica. No puedes vigilar cada paso de tu pareja. Si la confianza ya no existe, tal vez lo más sano sea dar un paso al costado y dejar de vivir con esa ansiedad constante. Estás más irritable de lo habitual, y eso empieza a notarse en cómo te comunicas con los demás. Las palabras que dices sin pensar pueden dañar a quienes sí te aprecian. Cuida tu forma de expresar lo que sientes para no romper lazos que sí valen la pena conservar. Se aproximan reuniones, festejos y celebraciones que podrían tentarte más de la cuenta con la comida. Y no se trata de verte bien, sino de sentirte bien. Tu cuerpo necesita más cuidado y atención. Si no haces ajustes, podrías empezar a sentirte sin energía o incómodo contigo mismo. Estás en riesgo de caer en situaciones amorosas que podrían dejar más confusión que cariño. El romance ocasional puede parecer emocionante, pero no olvides las posibles consecuencias. Tu corazón merece experiencias que te nutran, no que te compliquen. Alguien de tu entorno no está siendo tan transparente como crees. Hay amistades que se acercan por interés, no por afecto. Aprende a distinguir quién te suma y quién solo aparece cuando le conviene. También revisa tu actitud: tu mal humor podría estar alejando a los que sí valen la pena. Tu cuerpo está reaccionando a los excesos, y no solo en lo físico. El desorden emocional también te está pasando factura. Es momento de cuidar tu salud integral: lo que comes, cómo descansas, y también cómo manejas tus emociones. La calma se construye con disciplina. Anhelas una relación que te haga sentir amado sin perder tu independencia, pero estás atrapado entre quererlo todo y temerlo al mismo tiempo. Céntrate primero en ti, en lo que quieres, en lo que necesitas. No te conformes con relaciones que te encierran más de lo que te liberan. Esa persona del pasado podría volver con palabras bonitas y promesas recicladas. Pero tú ya sabes cómo termina esa historia. No vuelvas al mismo lugar esperando un final distinto. La experiencia te dio sabiduría, ahora úsala para elegir mejor. No estás hecho para vivir a medias, mucho menos en el amor. Mereces una relación que te celebre con todo lo que eres. Si estás en pareja, pregúntate si realmente estás feliz o solo estás por costumbre. Y si estás solo, no te desesperes: el amor llega cuando tú ya no lo estás persiguiendo. Amar también implica compromiso, y si no estás listo para sostener lo que prometes, mejor no generes expectativas. Eres intenso al principio, pero te cuesta mantener el ritmo. El reto no está en enamorar, sino en quedarte, construir y cuidar lo que inicias. Necesitas hacer una limpieza afectiva urgente. Estás rodeado de personas que solo te drenan energía o te hacen sentir insuficiente. No tienes por qué cargar con problemas que no te pertenecen. Prioriza tu bienestar y aprende a cerrar ciclos sin culpa. El amor está tocando a tu puerta, pero tú sigues levantando murallas. Está bien cuidarte, pero no puedes vivir anticipando decepciones. Aprende a recibir lo bueno sin miedo. No todo el mundo viene a herirte; algunos llegan a enseñarte lo que de verdad es amar en paz. Con información de Nana Calistar. EE