Si realizas transferencias frecuentes entre tus cuentas bancarias, es importante que tomes precauciones, ya que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) podría interpretarlas como ingresos no declarados, lo que podría derivar en una auditoría o incluso en sanciones.De acuerdo con el artículo 59 del Código Fiscal de la Federación, los depósitos en cuentas bancarias que no correspondan a registros contables pueden considerarse ingresos sujetos a impuestos. Es decir, si el SAT detecta transferencias recurrentes entre tus cuentas sin documentación que las respalde, podría asumir que se trata de dinero adicional que no ha sido reportado.El especialista y asesor financiero, Juan Pacheco del Río, recomienda minimizar las transferencias innecesarias y contar con la documentación que acredite su origen. Aunque no es obligatorio presentar estos documentos al SAT de inmediato, sí es fundamental tenerlos disponibles en caso de una revisión fiscal.No existe una multa específica por hacer traspasos entre cuentas personales. Sin embargo, si el SAT determina que estos movimientos corresponden a ingresos no reportados, podrían generar impuestos pendientes, con tasas de hasta un 35% de ISR, además de intereses y posibles sanciones.A pesar de la postura del SAT, el Tribunal Federal de Justicia Administrativa ha establecido que los traspasos entre cuentas propias no pueden ser considerados ingresos, siempre que el contribuyente pueda demostrar que:Si no se comprueba esto, el SAT podría clasificar los depósitos como ingresos gravables, lo que implicaría el pago de ISR, IVA y posibles multas.Las transferencias entre cuentas propias no deberían representar un problema fiscal, pero es esencial contar con la documentación adecuada para evitar interpretaciones erróneas por parte del SAT. Mantener registros claros y organizados puede ayudarte a prevenir complicaciones y posibles sanciones.*Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp. AO